Su socia quería su cabeza bajo tierra
- martes 02 de junio de 2020 - 12:00 AM
Hace unos meses, consulté a Dayra; una joven que venía desde las tierras de Aguadulce.
Ya que mantenía meses con una de sus piernas con disipela, enfermedad que se le complicó con una trombosis. Al punto que casi le indicarían, que amputaran su pierna.
Me narra ella, que ni los doctores se explicaban la causa. Pero que su fe la salvó ya que ella le oraba mucho a San judas Tadeo.
Pero que venía a consultar, para ver lo que se podía hacer para mejorar su salud ya que tenía un temor de volver a caer en el hospital. Seguía sus cuidados médicos, pero sentía que iba a recaer nuevamente.
A medida que ella me narraba su historia, empiezo a consultarla y al tirar las primeras líneas. Logro interpretar que su temor, no era otra cosa que su séptimo sentido; el cual le estaba avisando del mal que en realidad ella tiene en su vida.
Me dicen los espíritus que toda esa enfermedad, es para que sus piernas le falten; para que no continúe y caiga enferma. La persona que estaba pagando brujerías oscuras para su destrucción, la tenía muy cerca de ella y de su hogar.
Dayra me dice que, ella sabía que la enfermedad no era normal. ya que ni los médicos daban con la causa de sus recaídas y siempre con complicaciones inexplicables.
Le indique que mis espíritus aconsejaban limpieza enfocada en su salud y al ver que los trabajos estaban bien realizados, porque se sabía que era una mujer que pagaba pero no quien era la persona. Le indicaron realizar peticiones a quien todo lo descubre, todo lo destapa y en este caso se trabajaría con Eleggua, para pedirle que todo saliera a la luz.
Al pasar de los días, Dayra me iba informando de su mejoría y estabilidad en su salud. Los huecos de sus piernas se estaban secando y estaba más pendiente de su alrededor. En el transcurso de la semana ella empacó para venir nuevamente a la ciudad y hacerse estudios rutinarios, que la hacían tener que quedarse varios días en la ciudad, al llegar a la cita con el doctor. Quien la vio muy bien, por lo cual no tuvo que quedarse y decidió regresar a su casa antes de lo esperado.
Al llegar a su casa se encontró, a su comadre y socia, con un cubo lleno de cosas extrañas. Su casa estaba llena de azufre y otras cosas, que ella dice no saber que eran. Su comadre verla, no pudo disimular y de los mismos nervios se enfureció. Empezó a insultarla y le dijo que la quería ver muerta. Que por muchos años ella la había ayudado en su negocio y no veía justo, que ella no le diera más dinero que el que le daba. Dayra fue hija única de sus padres, quienes le heredaron el negocio y al quedarse sola, le bautizó una hija a María, luego la convidó a trabajar con ella y de ahí la sociedad.
Pero María la socia, siempre anhelo más de lo que le daban y nunca fue agradecida. Eso la llevó a pagar maleficios oscuros, para que su comadre falleciera de enfermedad.
Hay que tener siempre cuidado de los enemigos, siempre se suelen tener cerca y la ambición no tiene escrúpulos. Hay un viejo dicho que dice, piensa mal y acertarás, desde un rincón de luz y fuerza.