Superar a una amante: un camino hacia ti mismo

  • jueves 20 de noviembre de 2025 - 12:00 AM

No es fácil. Quizá nadie te lo dice, pero dejar a una amante puede sentirse como arrancar una parte de tu vida secreta, una parte que quizá te sostenía en momentos donde te sentías vacío, cansado o perdido.

A veces no era solo una relación clandestina. Era un refugio. Un lugar donde respirabas diferente, donde te sentías visto, deseado, escuchado. Un espacio donde podías ser tú sin el peso del resto del mundo. Y ahora, te toca cerrar esa puerta.

Aceptar que estás de duelo

Sí, duelo. Porque aunque nadie lo sepa —aunque ni siquiera lo puedas decir en voz alta— tú has perdido a alguien que te importaba. No importa si la relación “no debía existir”. Importa que existió, que te tocó, que te cambió. Es normal que duela. Es normal que te despiertes pensando en ella.

Es normal que te preguntes si hiciste lo correcto. No te castigues por sentir. Eso no te hace débil; te hace humano. La mezcla incómoda de emociones Lo que sientes es complejo: tristeza, porque extrañas. Culpa, porque crees que no deberías extrañar.