Sometimiento en la cama

La cama es el lugar ideal para innovar, hacer volar tu imaginación y conseguir que tu hombre se vuelva loco de pasión en cada encuentro, pero de una forma muy particular, sometiéndolo.

Véndale los ojos con un pañuelo de seda y que no sepa por dónde esperar tu ataque. Se tendrá que concentrar en lo que siente y el juego lo pondrá cardíaco. No te prives de nada, bésalo y acarícialo en los puntos que él menos espera.

Átalo a la cama, utiliza pañuelos para sujetarlo e impídele que se mueva mientras tú decides cómo enloquecerlo.

La intensidad del orgasmo es directamente proporcional a la excitación, por eso, tortúralo parando sin avisarle cuando esté a punto de alcanzar el clímax.

Al principio, talvez se queje, pero después de dos o tres veces de someterlo a esta dulce tortura, cuando finalmente dejes que toque las puertas del placer, la sensación será mucho más intensa y profunda.

Coloca un espejo cerca de la cama para que los dos puedan controlar sus movimientos y disfrutar de la versión de sus cuerpos enlazados por la pasión.

Una vez que esté en tu interior, contrae tus músculos vaginales. Esta sensación multiplicará su placer. En este momento, puedes jugar a contraer y dilatar.