
- viernes 14 de marzo de 2025 - 12:00 AM
Para comprender mejor cómo funciona la responsabilidad afectiva, es útil identificar sus principales pilares:
Empatía: ponerse en el lugar del otro para entender cómo pueden sentirse ante nuestras acciones.
Comunicación: hablar abiertamente y escuchar activamente, asegurándonos de que los mensajes sean claros y respetuosos.
Honestidad: decir la verdad de manera constructiva, evitando caer en omisiones que puedan herir a largo plazo.
Consentimiento: respetar los límites emocionales y físicos de las personas, y buscar acuerdos mutuos en las relaciones.
Autocontrol: manejar nuestras emociones de manera saludable, evitando proyectar nuestras frustraciones o inseguridades en los demás.
Reciprocidad: buscar un equilibrio en las relaciones, donde ambas partes se sientan valoradas y respetadas.
Estos pilares no solo ayudan a construir relaciones más fuertes y auténticas, sino que también promueven el bienestar emocional de todas las partes involucradas.