La posición del perrito, la favorita de muchos

¿Qué es lo que hace tan especial a la pose del perrito? Es muy gustada tanto por hombres como mujeres.

Hoy te daremos algunos consejos para alcanzar el máximo placer.

La clave está en las piernas de la mujer.

En vez de separar las rodillas para que el hombre se acomode mejor, la mujer debe juntarlas un poco más, pues eso estrecha el canal vaginal y hace que hasta un varón no muy dotado se sienta como un semental.

Este movimiento obligará al hombre a abrir las rodillas y para mantener el equilibrio, se inclinará más hacia la mujer: así podrá jugar con tus pechos y estimular tu clítoris.

Una precaución: si la mujer levanta demasiado las nalgas, la penetración puede ser tan profunda que quizás llegue a dolerle.

Una movida poderosa. La mujer debe pedirle a su pareja que se acueste boca arriba y colocarse sobre él, adoptando la pose del perrito.

Luego debe descender hasta que su miembro quede adentro de su vagina y empezar a moverse muy despacio.

En esta posición, la mujer queda al mando de la situación y puede controlar el ángulo, la velocidad y la profundidad de la penetración.

La variante del perrito ‘a ras del suelo' es una de las más placenteras.

Para hacerla todavía más caliente debes cubrir un juguete sexual con una toalla y ubícate encima, boca abajo, de modo tal que tu pelvis quede sobre la zona movediza.

Tu chico tiene que acomodarse sobre ti, colocando una rodilla a cada lado de tu cuerpo y avanzar.

Su miembro accede a tu punto G, mientras el vibrador estimula tu clítoris.