
- miércoles 05 de junio de 2024 - 1:00 AM
La situación es bastante habitual entre las parejas. Una de las dos personas se enfada con la otra y, en lugar de expresarlo y dar sus motivos para tratar de remediar la situación, asume la actitud contraria: deja de hablar y actúa con indiferencia y frialdad.
Esa es la conducta que se conoce como “ley del hielo”, un conjunto de comportamientos que persiguen el fin de ignorar al otro, como una forma de “castigo”.
Esta actitud agresivo-pasiva es una forma de abuso emocional, que tiene importantes efectos negativos no solo sobre la persona que la sufre, sino también sobre la propia relación.
En la persona que sufre “la ley del hielo”, lo primero que aparece es la incertidumbre, porque en muchos casos desconoce a qué se debe la actitud del otro. La víctima también puede sentir miedo o culpa. Y también pueden surgir sentimientos o reacciones de fastidio, enfado e ira.
Esto deriva en una baja capacidad para resolver los conflictos.
¿Qué se puede hacer? Lo primero es tratar de descubrir la existencia del problema. Reconocer que se trata de una práctica recurrente y entender los perjuicios que genera son el primer paso para resolverlo. La indiferencia no es la solución a ningún problema, y utilizarla como “castigo” no conduce a nada bueno.
En cualquier caso, si la “ley del hielo” genera problemas mayores problemas, acudir a terapia psicológica —de forma individual o incluso en pareja— puede ser un paso hacia la solución.