- viernes 05 de mayo de 2017 - 12:01 AM
SEXUALIDAD
Hacer el amor, tener sexo, mantener relaciones... Para muchas personas representa un mismo concepto, pero para otras no.
Aunque es un tema que da lugar a un gran debate, hemos hecho un listado con las diferencias entre hacer el amor y tener sexo.
Placer propio vs. nuestro placer. Para nosotros, la primera diferencia entre hacer el amor y tener sexo es el placer que se busca obtener; es decir, cuando tenemos sexo generalmente pretendemos alcanzar nuestro propio placer.
Sin embargo, una vez que has conocido y conectado con una persona, es probable que no solo intentes buscar tu placer, sino que también desees hacer que se sienta cómoda.
Amigos con derecho a roce. Puedes practicar sexo con diferentes personas que te atraigan físicamente y con las que te lo pases bien, aunque eso no significa que se vaya a establecer una relación amorosa. Mantener una relación única y puramente sexual a largo plazo es complicado, porque quizás alguno de los dos se acabaría enamorando y pasarían a hacer el amor, volviéndose uno.
Falta de juego previo. Hacer el amor es mucho más completo que tener sexo. En multitud de ocasiones, practicar sexo a la breva carece de un juego previo, de darle rienda suelta a la imaginación, de pasar tiempo juntos.
Esta puede ser otra diferencia, dado que con el primero ambas personas buscarán tiempo para estar juntos y dedicárselo completamente al placer, a descubrirse... Mientras que teniendo sexo se puede carecer de juegos previos o, por lo menos, no tan basados en la experimentación y el conocimiento de la otra persona.
Orgasmos. No son exclusivamente para aquellos que hacen el amor, se pueden tener orgasmos increíbles teniendo sexo, pero es mucho más probable que la confianza y el cariño te permitan hacer disfrutar a la persona al completo, por lo que conseguir que llegue al orgasmo será una tarea esencial cuando se hace el amor.
El sexo como arma de liberación. Muchas veces se tiene sexo por amor, pero no olvidemos que el sexo es un método de liberar tensiones y estrés, dado que no deja de ser una actividad física. Esta es una gran diferencia entre tener sexo y hacer el amor: mientras que la primera buscas tu placer propio y egoísta, liberar tu estrés y tus tensiones, cuando haces el amor, no buscas tanto la actividad física sino el pasar tiempo y amar a la otra persona.