De unos años para acá, se ha visto más seguido que las celebridades han coqueteado con la idea de seducir al mismo sexo, pero sin ser lesbianas ni bisexuales.

Esto es más que nada curiosidad de experimentar con algo diferente. ¿bi-curiosidad? Así se le conocía antes, pero ahora el término correcto es ser ‘flexisexual’.

La ‘flexi-sexualidad’ se refiere a las personas que tienen una determinada orientación sexual, pero que están abiertas a experimentar con otros géneros. Según la psicóloga Cecelia D’Felice, son las mujeres de mediana edad (quienes oscilan entre los 30 y 40 años de edad), las que más están probando esta nueva tendencia sexual, pues debido a su edad, poseen más confianza en sí mismas y se dicen ‘¿por qué no?’.

Esta mayor apertura sexual se debe a que nuestra sociedad y los principios que hay en ella son mucho más amplios que los de las mujeres de hace unas cuantas décadas.

Tan solo hay que recordar la relación de Lindsay Lohan con la DJ Samantha Ronson (a quien también se le ha asociado con Christina Aguilera) o el éxito que tuvo Katy Perry con la canción ‘I Kissed A Girl’ (Yo besé a una chica).

Siempre se ha sabido que una mujer tiende a enamorarse más de lo que es una persona en sí y sus sentimientos, independientemente de su género.