- lunes 28 de julio de 2025 - 12:00 AM
Aunque muchas lo niegan en público, lo cierto es que cada vez más mujeres confiesan que adoran que su pareja las domine entre las sábanas. Nada de tibiezas ni indecisiones: quieren a un hombre que sepa lo que quiere y cómo lo quiere. En el terreno sexual, el liderazgo masculino puede ser un gran afrodisiaco.
El concepto no tiene nada que ver con machismo, sino con juego, confianza y química. La dominación en la cama, cuando es consensuada y segura, permite a muchas mujeres liberarse, dejar de pensar, y simplemente disfrutar del momento con intensidad.
Cuando él toma el control, muchas mujeres aseguran que se encienden al instante. A otras les encanta cuando su pareja les habla con firmeza o la guía sin pedir permiso. Para muchas, ese juego de poder con respeto y picardía se vuelve adictivo.
Los expertos lo confirman: la fantasía de ser dominada es común y saludable siempre que haya comunicación y consentimiento. Se trata de confianza total, no de sumisión real. La clave está en crear un espacio donde ambos exploren sin juzgar.
Así que si tu pareja te pide que tomes el mando, no te asustes. Tal vez lo que quiere es dejarse llevar y vivir un momento de placer inolvidable.
