- sábado 13 de diciembre de 2025 - 12:00 AM
Durante mucho tiempo se enseñó que amar a otros debía implicar sacrificarse sin límites. Sin embargo, el amor propio es esencial para una vida emocional sana.
Amarse a uno mismo es reconocer el propio valor y aceptar las imperfecciones. No se trata de superioridad, sino de respeto personal.
El amor propio enseña a establecer límites claros. Ayuda a decir no sin culpa y a elegir lo que aporta bienestar.
Cuando existe amor propio, se evitan relaciones dañinas. Se aprende a no conformarse con menos de lo que se merece.
Lejos de alejar a los demás, el amor propio fortalece los vínculos. Permite amar desde la plenitud y no desde la necesidad.
Quien se ama, comunica mejor sus emociones y expectativas. Esto reduce conflictos y malentendidos.
El amor propio también implica cuidarse emocionalmente. Reconocer cuándo descansar, cuándo alejarse y cuándo pedir ayuda.
Al final, el amor propio no es egoísmo: es responsabilidad emocional.