
- sábado 28 de junio de 2025 - 12:01 AM
La infidelidad es una de las experiencias más dolorosas que puede atravesar una relación. Para muchas parejas, representa una ruptura definitiva; para otras, un punto de inflexión que, aunque desafiante, puede ser el inicio de una transformación profunda.
Pero, ¿qué se necesita realmente para sobrevivir a una traición amorosa? Más allá del perdón, hay procesos emocionales y decisiones conscientes que deben tomarse de ambos lados.
El primer paso fundamental es que la parte infiel asuma su responsabilidad sin excusas. Reconocer el daño causado y estar dispuesto a enmendarlo con acciones coherentes es indispensable. No basta con pedir perdón: debe haber transparencia, empatía y una apertura total para reconstruir la confianza, paso a paso, sin presionar tiempos.
Para la persona traicionada, el camino también es complejo. Es normal sentir enojo, tristeza, confusión o incluso culpa. Buscar apoyo terapéutico individual puede ser clave para procesar las emociones y decidir desde la claridad qué quiere hacer con la relación.
Nadie está obligado a perdonar, pero quien elige intentarlo necesita herramientas para sanar sin cargarse todo el peso del proceso.
Una estrategia útil es establecer espacios de diálogo seguros donde ambos puedan expresar lo que sienten, lo que necesitan y cómo imaginan el futuro. En este punto, la terapia de pareja puede ser una gran aliada, ya que permite explorar las causas subyacentes de la crisis, redefinir acuerdos y fortalecer la comunicación. No se trata de buscar culpables, sino de comprender el vínculo desde una nueva perspectiva.
También es importante trabajar en la reconstrucción de la intimidad. Esto no solo implica lo físico, sino la complicidad, la confianza y los gestos cotidianos que hacen sentir que la relación sigue viva. A veces, establecer nuevas rutinas, proyectos compartidos o momentos de conexión emocional puede ayudar a encender lo que parecía perdido.
Sobrevivir a una infidelidad no significa volver a ser los mismos de antes, sino construir algo distinto, más consciente y con nuevos cimientos. No todas las parejas logran atravesar ese túnel, pero quienes lo hacen coinciden en algo: no fue fácil, pero valió la pena.