- jueves 28 de noviembre de 2024 - 12:00 AM
Como decíamos, la comunicación es lo importante, pero también la voluntad de querer mejorar la relación. No vale con que solo uno de los dos quiera dejar de discutir, sino que esto debe ser un trabajo en equipo. Aunque la base sea la comunicación, tal y como hemos visto, también es muy importante lo siguiente:
Empatiza con tu pareja: la mejor forma de entender al otro, es ponerte en su piel y comprender por qué dice lo que dice o por qué piensa lo que piensa. En otras palabras, es necesario aprender a ser más empático para que, así, la relación con tu novio o novia pueda ir como la seda.
Aprende a escuchar: a veces, escuchar no es tan sencillo como parece. Puede que pensemos que estamos escuchando lo que nos dicen, pero en realidad ni siquiera queremos que el sonido de sus palabras entre por nuestros oídos. Esto es un problema que hay que solventar, ya que no podemos pretender ser escuchados y no escuchar al otro.
Aprende a expresarte: si eres de los que no se expresan lo suficiente o de forma correcta, esto es algo que hay que trabajar. Si no te expresas con claridad, tu pareja probablemente malinterpretará tus palabras y volverán a discutir cuando, en realidad, podrían haberlo evitado.
No des cosas por sentado: aprender a preguntar y a dejarte preguntar. Si hay algo que no está claro, simplemente... hay que aclararlo. De lo contrario, habrá discusiones tontas e innecesarias.
No critiques ni reproches: ante todo, hay que evitar el ataque. Si atacas, lo más normal es que la otra persona se defienda. Y así, se inicia la discusión o la pelea con tu novio o novia. Si tienes por costumbre hablar ofensivamente para protegerte y no sabes cómo solucionarlo, acude a un profesional para que te ayude con terapia.
Mantén la calma: cuando se produzca el enfrentamiento o veas que está a punto de suceder, no saltes, no grites ni insultes. Mantén la calma en todo momento y háblale con un tono tranquilo. Por regla general, como hables es como te hablarán.
Eso sí, por encima de todo, no toleres ofensas ni actitudes tóxicas. Quiérete y respétate. Si sientes que tu pareja no te está tratando bien y te hace daño sin importarte nada, tal vez sea momento de replantearte tu relación.