La cantidad no es importante, lo que vale es disfrurtar
- martes 09 de marzo de 2021 - 12:00 AM
Toda relación pasa por momentos más calmados, positivos y de bienestar, y otros más convulsos, de distanciamiento y/o conflicto. Lo más importante es tener claro lo que uno mismo necesita y qué siente por la pareja.
1. Las necesidades personales
Muchas veces una relación no se termina porque ésta no vaya bien, sino porque las necesidades personales han cambiado. Quizás cuando empezaste tenías otra edad, con otras prioridades, pero con el paso del tiempo has ido viviendo, teniendo experiencias, madurando y, a día de hoy, eres una persona distinta.
2. Tipo de vínculo-relación
Se trata de poner y analizar aquí aquello que no funciona como pareja, las dinámicas negativas, las carencias. Por ejemplo, la comunicación, el afecto, el ocio, la sexualidad, el reparto de tareas, etcétera. Este campo es el que tiene más opción de trabajo y cambio siempre y cuando ambos miembros se responsabilicen de su parte y pongan todas las ganas y energía para cambiarlo.
3. Los defectos del otro
En el tercer bloque de pensamientos trata de plasmar aquellas cosas que no nos gustan de nuestra pareja, características de ella. Puede ocurrir que el tipo de persona que elegiste en su momento no es el tipo de persona que elegirías y quieres a día de hoy a tu lado. Por supuesto, la perfección no existe, y debemos buscar un equilibrio lógico. Pero si son aspectos fundamentales y claves para ti deberías prestarle atención y reflexionar sobre ello.
Aceptación, ruptura o resignación
La decisión puede tener 3 caminos. El primero es la aceptación: seguir con la pareja aceptando que no es perfecto, pero sabiendo que es lo que uno quiere.
La segunda opción es la separación: decidir la ruptura al ver que hay motivos insalvables que cada vez harán más mella en la relación.