Besos en las ‘lolas’
- martes 30 de agosto de 2011 - 12:00 AM
Los besos en la boca y en otras áreas del cuerpo, como por ejemplo en los senos, tienen igual importancia a la hora de un encuentro apasionado.
Cualquier hombre puede constatar la importancia de los senos en la atracción sexual, y más aún en el preciso momento de la relación.
Además de ser superimportantes en el juego de la seducción, los senos son zonas erógenas en potencia, pues están llenos de terminaciones nerviosas, especialmente en los pezones y en los anillos (área alrededor de los pezones, que también presenta una coloración diferente al resto de la piel del seno).
Cada mujer reacciona de una forma distinta a este tipo de estímulos, porque sabe que un simple roce ya le excita, mucho más si viene de alguien a quien desea.
El hombre inicia con las caricias y ha de notar en qué momento comienzan a endurecerse los pezones de su compañera, para cambiar los besos por succiones sobre estos o unos mordisquitos muy tiernos que pueden ser combinados con chupeteos parecidos a los que se dan a unos caramelos (o chupetines).
Toda una combinación de ataques amorosos en los que ella jugará su papel de ir diciendo lo que más le agrada.
Aunque en el momento en realidad son sus jadeos, la alteración de su respiración y una serie de sonidos que brotarán de su garganta los que revelarán el grado de la temperatura sexual que está alcanzando.
Algunas mujeres, inclusive, pueden llegar al orgasmo solamente con besos y caricias en los senos, sin necesidad de penetración o estimulación genital alguna.