Besos excitantes
- miércoles 13 de junio de 2012 - 12:00 AM
Cosquilleos en el estómago, repentino aumento del calor corporal, sudoración en las manos y un irrefrenable deseo son, entre muchas otras, manifestaciones del poder que puede tener un beso y su arma, la lengua.
Para potenciar la lengua como una verdadera arma sexual y saber que estamos haciendo lo correcto, es necesario tener en cuenta ciertos aspectos.
En el caso de un beso siempre hay quien besa y quien lo recibe, por lo que es importante intercambiar estos papeles para hacer del juego algo más excitante.
Procedimientos con la lengua
Jugar con la lengua tampoco se limita a los genitales y a la boca. Dependiendo de la pareja, se pueden estimular las zonas más sensibles y erógenas con la punta de la lengua, provocando la excitación.
-El papel del dominador debe estar suscrito a los gustos del otro, porque si no se utiliza bien la lengua o se da mal el beso, se puede generar el efecto contrario al deseado.
Lo otro es que hay que estar atentos, sobre todo si se esta ante una pareja nueva, de las reacciones que el cuerpo va teniendo frente al beso.
De esa forma podremos saber si vamos o no en el camino correcto. Por ejemplo, si su pareja recibe de la forma correcta el estímulo al usar la lengua, presentará ciertas manifestaciones físicas como la erección del pene, de los pezones y humedad de la vulva, además del enrojecimiento de los labios y mejillas.
Es importante tener en cuenta que el aprender a utilizar bien la lengua es como andar en bicicleta y debe considerar un continuo aprendizaje. Los aspectos que debe considerar son el ritmo, la fuerza e intensidad de los movimientos.
No hay que olvidar que al hablar de la lengua no solo nos estamos refiriendo a los besos, sino que también al sexo oral. De hecho son muchas más las mujeres que llegan al orgasmo mediante este tipo de sexo que por penetración.
He ahí la importancia que tiene la lengua en la sexualidad.