- sábado 17 de mayo de 2025 - 11:00 PM
Paysita hace 10 años me separé de mi esposo por un tema de violencia. Fue una etapa muy dura de mi vida, pero con el tiempo sané, crecí y seguí adelante. Hace poco nos reencontramos, y contra todo pronóstico, volvió a surgir la llama del amor. Él dice haber cambiado, y yo lo veo diferente. Mi corazón siente algunas dudas: ¿vale la pena darle otra oportunidad a la persona que me hizo daño en el pasado?
Apreciada lectora, el corazón humano es un terreno fértil para los reencuentros inesperados. Es natural que un viejo amor pueda despertar emociones profundas, sobre todo si hay indicios de cambio. Pero hay preguntas que no deben ignorarse, especialmente cuando hay un pasado de violencia.
El amor no lo justifica todo. Si en el pasado hubo daño de tipo emocional, físico o psicológico, es vital priorizar tu seguridad, tu dignidad y tu bienestar emocional. Un reencuentro amoroso solo tiene sentido si hay pruebas reales y consistentes de cambio, no solo palabras dulces o momentos nostálgicos. Pregúntate con honestidad:¿ha hecho terapia o buscado ayuda profesional para trabajar sus patrones de violencia? ¿Reconoce de forma clara y sin excusas el daño que causó? ¿Sientes que puedes ser tú misma sin miedo a represalias o manipulación? ¿Tu círculo cercano te apoya o tiene señales de alerta? El perdón es posible, sí, pero la reconciliación requiere mucho más: responsabilidad, constancia y seguridad emocional. No estás obligada a revivir una historia solo porque el amor parece haber regresado. A veces el corazón recuerda lo bueno y minimiza lo malo.
Existen ciertas dudas respecto al mundo sexual, despejo sus incógnitas con estas respuestas”.
