- martes 30 de diciembre de 2026 - 12:00 AM
Paysita, estoy en una nueva relación y quiero a mi pareja, pero cuando tenemos intimidad no puedo evitar pensar en mi ex. Eso me confunde y me hace sentir culpable. ¿Qué me pasa y cómo puedo solucionarlo?
Esta situación no significa que seas mala persona ni que no quieras a tu pareja actual. Pensar en un ex durante la intimidad suele ser señal de asuntos emocionales no cerrados, recuerdos intensos o comparaciones inconscientes, no necesariamente de amor vigente. Para solucionarlo, el primer paso es ser honesta contigo misma: pregúntate si ya superaste esa relación o si aún hay heridas, idealización o cosas pendientes. Trabaja en cerrar ese ciclo. Háblalo con alguien de confianza; escribir lo que sientes o incluso tomar distancia de recuerdos que te conectan con tu ex puede ayudar mucho. La clave es fortalecer la conexión emocional con tu pareja actual con más comunicación, confianza y presencia en el momento. Si el problema persiste y te genera angustia, buscar apoyo profesional puede ayudarte a ordenar emociones.
Paysita, estoy muy enamorado de mi novia, pero tengo miedo de que mi familia no apruebe la relación porque ella tiene un hijo. ¿Qué debo hacer?
Es normal sentir temor cuando sabes que tu relación puede generar opiniones fuertes, pero lo primero es preguntarte qué quieres tú y si estás dispuesto a asumir esa relación con madurez. Amar a alguien con un hijo implica aceptar su realidad, no como un problema, sino como parte de su vida. Habla con tu familia desde la calma y la honestidad, sin pedir permiso, sino marcando tu postura. El respeto se construye con el tiempo y con hechos. Si tu relación es sana y te hace bien, tarde o temprano quienes te quieren deberán entender que tu felicidad también cuenta. Recuerda que una familia se forma desde el compromiso y el respeto, no desde los prejuicios. Si decides seguir adelante, hazlo con seguridad y coherencia.
