El exorcismo de Anneliese Michel

E mily Rose, la protagonista de la película de terror estrenada en el 2005, que recaudó 144 millones 216 mil 468 dólares en todo el mund...
  • domingo 06 de enero de 2013 - 12:00 AM

E mily Rose, la protagonista de la película de terror estrenada en el 2005, que recaudó 144 millones 216 mil 468 dólares en todo el mundo, existió y se llamó Anneliese Michel. Su triste historia comenzó en 1968, a los 16 años de la chica.

Anneliese Michel comenzó a sentir sacudidas que estremecían todo su cuerpo, además de tomar posturas humanamente imposibles. Al ver esto, sus padres la llevaron a la Clínica Psiquiátrica Wurzburg, donde le diagnosticarían epilepsia. Su tratamiento duró un largo tiempo, sin que llegara a haber algún signo de mejoría.

Desde ese momento, Anneliese empezó a tener visiones diabólicas durante sus continuos rezos. Las visiones fueron seguidas de voces y de acoso por parte de demonios. La familia de la chica pasó más de un año buscando un pastor para que le hiciese un exorcismo, pero el procedimiento exigido por la iglesia les hizo esperar, había ciertos requerimientos que aún no cumplía su condición.

Un año después, en 1974, después de haber supervisado a Anneliese por algún tiempo, el pastor Ernst Alt solicitó permiso para realizar un exorcismo al obispo de Wurzburg.

La solicitud fue rechazada y se recomendó que Anneliese tuviera un estilo de vida más religioso que le permitiera encontrar la paz.

Anneliese empeoraba. Se negaba a comer porque los demonios no la dejaban, gritaba por toda la casa hasta sangrar, comía moscas, arañas, carbón, rompía crucifijos y cuadros religiosos, bebía su propia orina, botaba los rosarios y empezó a mutilarse.

En septiembre de 1975 el obispo de Wurzburg, Josef Stang, asignó al padre Arnold Renz y al pastor Ernst Alt la tarea de llevar a cabo el exorcismo sobre Anneliese Michel.

Se determinó que Anneliese debía ser salvada de varios demonios, incluyendo a Lucifer, Judas Iscariote, Nerón, Caín, Hitler y Fleischmann, un cura del siglo XVI, y algunas otras almas atormentadas que se manifestaban a través de ella.

Entre septiembre de 1975 hasta julio de 1976 se le practicaron una o dos sesiones de exorcismo por semana. Los ataques de Anneliese eran tan fuertes que debía ser sostenida por tres hombres, incluso hubo que encadenarla. Durante este tiempo, la chica regresó a una vida normal, tomó los exámenes finales de la Academia Pedagógica de Wurzburg e iba a la iglesia.

Los ataques no pararon. De hecho, se le paralizaba el cuerpo y caía inconsciente poco después. El exorcismo continuó por muchos meses más, siempre con las mismas oraciones y conjuros. Algunas veces estaban presentes en los rituales miembros de la familia y visitantes, como por ejemplo un matrimonio que alegaba haber ‘descubierto’ a Anneliese. Por varias semanas Anneliese se rehusó a comer y sus rodillas se rompieron por las 600 flexiones que hacía obsesivamente durante cada sesión.

El último día del rito del exorcismo fue el 30 de junio de 1976, y para este punto Anneliese sufría de neumonía, estaba muy delgada y tenía una fiebre muy alta. Exhausta y físicamente incapacitada para hacer las flexiones por su cuenta, sus padres la paraban y la ayudaban con los movimientos. Lo último que le dijo Anneliese a sus exorcistas fue: ‘Rueguen por el perdón’ y a su madre le dijo: ‘Mamá, tengo miedo’. Anna Michel grabó la muerte de su hija al día siguiente, el primero de julio de 1976 al mediodía.

Algunos doctores fueron acusados por negligencia médica, argumentando que la medicación la condujo a la muerte, pero ni uno solo de los asistentes a los rituales de exorcismo negaban la veracidad de lo que ocurría, la cantidad de lenguas extranjeras y algunas extrañas que hablaba la niña.