- martes 03 de mayo de 2016 - 12:00 AM
Increíble Gary Robert Dupuis siempre soñó con recorrer el mundo, pero la vida se le truncó cuando le diagnosticaron una enfermedad terminal. Sueño que quería cumplir incluso después de muerto. Y así fue. Sus cenizas las metieron dentro de una botella de tequila, su bebida preferida, y lanzadas al mar.
Hace solo unos días, el joven Norman MacDonald encontró en la playa de West Mabou, Nueva Escocia, Canadá, la botella llena de cenizas, una carta y 25 dólares. Y es que Gary Robert escribió que con ese dinero quería que la persona que la encontrara se comprara un tequila, se tomara una copa con ella al lado y después la volviera a lanzar al océano, informó 'CBC News'.
"Mi deseo es conseguir mi sueño de ver el mundo y finalmente encontrar un poco de paz", escribió antes de morir.