De Tahis Juleysy pasó a ser Chesse Cake

A los tres meses de nacida ‘Chiskei' (como lo escriben sus amigos) aún estaba registrada como Tahis Juleysy
  • miércoles 21 de diciembre de 2016 - 12:00 AM

VIRAL

Si la hija de Beyoncé se llama (en español) Hiedra Azul, la de Kim Kardashian Noroeste, la de Cristina Aguilera Lluvia de Verano y la de Gwineth Paltrow Manzana, ¿quién dijo que en Panamá no podía existir una chica con un nombre igual de curioso? Para que lo sepan, ¡sí la hay!

Se llama Chesse Cake St. Rose Shaw. Sí, así como el postre. Ella posee un nombre muy dulce, pero asegura que como persona de dulce no tiene nada, pues se enoja con facilidad.

Más curioso que su nombre, es la historia por la cual fue merecedora de ser llamada como este pastel.

De Tahis a Chesse Cake

A los tres meses de nacida ‘Chiskei' (como lo escriben sus amigos) aún estaba registrada como Tahis Juleysy.

En ese entonces, sus padres visitaron la ciudad capital y al llegar a una dulcería de gran antigüedad en el país conocieron el pastel y se enamoraron del postre.

‘Mis papás vinieron a la ciudad desde Bocas del Toro, Changuinola, y en la dulcería había varios postres, pero mi papá quiso saber más sobre el cheese cake .

La vendedora le explicó que era un pastel de queso decorado con fresas.

‘Mi papá le dijo a mi mamá: ‘Si a mi hija le gusta ese dulce, le pongo ese nombre'. Mi mamá pensó que era solo una broma', contó a El Siglo.

La pequeña Tahis se rindió frente a los encantos del delicioso postre y su padre decidió acudir al Tribunal Electoral e hizo todos los trámites para cambiar su identidad.

Ahora Chesse Cake Juleysy asegura estar satisfecha con su nombre y no se lo cambiará a pesar de las mofas recibidas en las redes sociales. Es más, si llega a tener una niña como hija, le pondría su nombre.

Ahora es más popular

Chesse Cake nos contó que en su Instagram aumentaron los seguidores de 700 a mil 500. Asimismo crecieron las propuestas y declaraciones por parte de admiradores. ¡Ujum!

Esta historia, aunque parezca sacada de un libro de cuentos, inició cuando a la estudiante de Servicios de Aerolíneas, de 19 años, se le extravió su cédula en un taxi.

‘Parece que alguien encontró la cédula y la publicaron en redes sociales, yo leía los comentarios y la gente se burlaba de mi nombre y hasta se preguntaba si yo era indígena. Pero bueno, eso ni me va ni me viene', concluyó.

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