- domingo 29 de enero de 2023 - 5:13 PM
Su nombre es Martin Tankleff, tiene 51 años, y pasó 17 años en la cárcel injustamente, acusado y condenado por un crimen que no cometió: el asesinato de sus padres.
En la cárcel se educó y es abogado. Con su vida redireccionada, Martin ahora está dispuesto a contar cómo fue su calvario, y cómo él mismo se encargó de demostrar su inocencia.
Los hechos
Una mañana de primer día de colegio, cuando Marty era un adolescente estadounidense de 17 años, se despertó y encontró a su mamá muerta y a su papá agonizando en su oficina.El joven hizo lo que cualquier persona hubiera hecho en su situación: llamó al servicio de emergencias 911.
Lógicamente estaba en chock, pero nunca se imaginó que luego de esa llamada, él pasaría a ser el principal sospechoso de haber asesinado a sus padres.
Juicio
Marty fue sentenciado a dos cadenas perpetuas consecutivas, cada una con posibilidad de libertad condicional después de 25 años."Lo que recuerdo de ese día -dice Marty- es que me llevaron a la cárcel del condado, y que el empleado en el cuarto de pertenencias me preguntó '¿qué haces aquí? no hay manera de que te hayan encontrado culpable'".
Pero durante su tiempo en prisión, Marty se propuso convertirse en su propio abogado, y demostrar que él no asesinó a sus padres. Además, le escribió a muchos fiscales retirados para que revisaran su caso.
Insistiendo en que se abriera el caso y enviando cartas a fiscales pasó 14 años. Finalmente el caso se reabrió, se anexaron nuevos testigos, y se demostró que Martin Tankleff había estado preso “por error”.
Libertad
Para el momento en recobró la libertad, la mitad de su vida había transcurrido en libertad (sus primeros 17 años) y la otra tras las rejas (otros 17 años). Es por eso que recuerda que los primeros pasos que dio después de recobrar la libertad fueron impactantes."Cuando estábamos saliendo de la prisión, le dije a los que me acompañaban que camináramos más despacio. Y cuando me preguntaron por qué, les dije que eran mis primeros pasos de libertad, y los quería tomar despacio".
Por supuesto que el mundo que se encontró era distinto. Había cambiado mucho entre 1990 y 2007. Marty tuvo que empezar una carrera de Derecho después de los 35 años, y adaptarse a un mundo dominado ahora por la tecnología.
"Es difícil de aceptar [lo que ocurrió], y es una de las razones por las que me convertí en abogado. Tengo la amargura de que el sistema me falló... Pero mientras haya gente que sepa la verdad, me queda una sensación de alivio" , concluye.
(Con información de bbc Mundo)