- jueves 20 de noviembre de 2025 - 12:00 AM
Hay quienes usan su creatividad para el arte, y otros, como este hombre en Tyumen (Rusia), para la evasión fiscal familiar. En un caso que ha dejado perplejos a los funcionarios locales, se descubrió a un tipo que convirtió su vida en una película de espías de bajo presupuesto con tal de no pagar la manutención de sus hijos.
Lo pensó por un tiempo, y cuando ya lo tenía bien decidido, ejecutó un táctica casi ritual: cada año cambiaba su nombre y apellido, se mudaba de casa y desaparecía del mapa. Pasado un tiempo, volvía a registrarse con su nombre de nacimiento y repetía la operación.
No obstante, Roman Korenev, jefe de los alguaciles encargados del caso, explicó que la astucia del hombre tuvo una falla fatal: subestimó al sistema.
Y es que cada vez que alguien cambia de identidad, el registro civil envía una alerta a los cobradores, haciendo que su compleja artimaña fuera, al final, totalmente inútil.