Duelo a muerte entre robots

Los nipones escogieron el sitio del combate y optaron por una planta de acero abandonada en Japón
  • jueves 19 de octubre de 2017 - 12:01 AM

IMPRESIONANTE

Como si de protagonistas de la saga "Transformers" se tratara, robots humanoides gigantes se enfrentaron por primera vez en un ‘duelo a muerte' en un proyecto que pretende convertirse en una modalidad ‘deportiva' con millones de seguidores.

Ese es el sueño de miles que alguna vez jugaron en interminables batallas con sus figuras de Transformers, Robotech, Astroboy o Mazinger Z y su famoso ‘¡Puños fuera!'.

Y a ese furor apuesta, en Hayward, California la empresa de tecnología robótica Megabots, que sueña con llenar estadios para ver a estas moles destruyéndose.

El cofundador de MegaBots, Matt Oehrlein, explicó que ya están en negociaciones con empresas para que patrocinen y emitan este campeonato de combates de robots manejados por humanos, que, en su opinión, ya es una ‘realidad' con los dos emitidos el martes por la noche a través de la plataforma Twich.

Todo comenzó hace dos años, cuando Oehrlein y el otro cofundador de la firma, Gui Cavalcanti, desafiaron a los japoneses de Suidobashi Heavy Industry a través de un vídeo que pronto se hizo viral.

‘tienes un robot gigante, nosotros tenemos un robot gigante, tenemos un deber para con los amantes de la ciencia ficción de este mundo para que luchen a muerte', retaron en este vídeo.

Los nipones escogieron el sitio del combate y optaron por una planta de acero abandonada en Japón.

En este particular duelo MegaBots presentó dos robots: Iron Glory, de 13 mil 228 libras, 4.5 metros de altura y 24 caballos, y Eagle Prime, un ‘monstruo' de 26 mil 456, 4.8 metros de altura y 430 caballos de potencia.

Al otro lado del ring, Suidobashi mejoró para la ocasión su robot Kuratas, de aspecto mucho más pulido y moderno y con 14 mil 330, 3.9 metros de altura y 87 caballos de potencia.

El primer duelo se definió por la rapidez de Kuratas, que derribó de un golpe seco a un Iron Glory al que no sirvieron de nada su cañón y su lanzamisiles de pintura.

Sin embargo, el robot nipón, que presumía de un mano articulada y un arma automática de 18 milímetros, poco pudo hacer en el cuerpo a cuerpo al que le sometió Eagle Prime, manejado por Oehrlein y Cavalcanti.

El robot estadounidense hizo valer su sierra mecánica para acabar con su rival, manejado por Kogoro Kurata.

El combates se acababa si uno de los dos robots quedaba noqueado, discapacitado o el piloto se rendía.

Este combate fue emitido en diferido, pues se extendió durante varios días, porque cada vez que los robots iban a su esquina del ring las reparaciones iban mucho más allá de dar agua, consejos e intentar remediar una ceja abierta y sangrante como ocurre en el boxeo.

El Eagle Prime, que tiene un coste de $2,5 millones, quedó tocado en el combate, aunque Oehrlein asegura que pueden reciclar el 80 % de su humanoide.

En este primer combate, que contó con el narrador de artes marciales mixtas (MMA) Mike Goldberg y la experta en robótica Saura Naderi como comentaristas, no hubo testigos más allá de los equipos de la competición y el personal de producción.