Comer sin tenedor ni cucharas

Todavía hay pueblos que preservan esta costumbre ancestral que promueve una conexión profunda con los alimentos y las personas que los rodean
  • domingo 26 de mayo de 2024 - 9:00 AM

En un mundo globalizado, las formas de comer varían tanto como los ingredientes y sabores que encontramos en la cocina. Mientras que en los países de Occidente el uso de tenedores y cucharas es la norma, en muchas regiones de Asia y África, estas herramientas son reemplazadas por costumbres tradicionales que reflejan una rica herencia cultural y un profundo respeto por la comida y la comunidad.

En India, por ejemplo, el uso de las manos para comer no solo es común, sino que es considerado una forma de conectar con los alimentos de manera más íntima. Según la tradición ayurvédica, los dedos representan los cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y éter. Comer con las manos, específicamente con la mano derecha, se cree que ayuda a equilibrar estos elementos y a mejorar la digestión. Esta práctica no es solo una cuestión de costumbre, sino una forma de respetar y honrar la comida.

En Etiopía, “la injera”, un pan plano y esponjoso hecho de teff (una planta herbácea comestible), es el acompañante principal de casi todas las comidas. Los etíopes utilizan la injera tanto como plato como utensilio. Se desgarran pequeños trozos de este pan para recoger guisos y otros alimentos. Este método no solo facilita el compartir, sino que también fortalece los lazos familiares y comunitarios durante las comidas, que son vistas como momentos de unión y celebración.

Degustar sushi con las manos

Otro ejemplo fascinante es el de Japón, donde los palillos son la herramienta principal para comer. Sin embargo, hay ocasiones, especialmente al consumir sushi de ciertos tipos, en las que es preferible usar las manos. En estos casos, la tradición dicta que el contacto directo con los alimentos preserva su integridad y sabor, manteniendo así la autenticidad de la experiencia culinaria.

En Marruecos, las comidas tradicionales a menudo se sirven en grandes platos comunes y se comen con las manos. El cuscús, uno de los platos más representativos, se suele consumir utilizando solo los dedos. La técnica implica formar pequeñas bolitas de cuscús antes de llevarlas a la boca, una habilidad que requiere práctica y destreza. Esta forma de comer simboliza la hospitalidad y la generosidad, valores profundamente arraigados en la cultura marroquí.

En todo el sudeste asiático, el uso de hojas de plátano como platos es una práctica común. En países como Indonesia y Filipinas, los alimentos se sirven directamente sobre estas hojas, y se comen con las manos. Esta técnica no solo es ecológica, sino que también añade un aroma y sabor distintivo a la comida, mejorando la experiencia gastronómica.

En un mundo donde la modernidad a menudo eclipsa las tradiciones, estas formas de comer son un testimonio del valor perdurable de la herencia cultural.

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