Dile adiós a la mala suerte con un sencillo ritual de purificación

En momentos donde todo parece salir mal y la energía negativa se acumula, un ritual de limpieza puede ayudar a restaurar el equilibrio y atraer la buena fortuna. Este sencillo, pero poderoso ritual combina las propiedades purificadoras de la sal marina con las vibraciones calmantes y protectoras de las perlas de lavanda.

Para realizar el ritual, busca un espacio tranquilo donde puedas estar sin interrupciones. Llena un recipiente de vidrio con agua tibia y añade un puñado de sal marina.

Luego, coloca dentro del recipiente tres perlas de lavanda, dejándolas reposar durante unos minutos. Este paso permite que ambas energías se fusionen para crear una solución de limpieza espiritual.

Con tus manos limpias, salpica un poco de esta agua sobre tu cuerpo, comenzando por la cabeza y bajando hacia los pies. Mientras lo haces, repite en voz baja: “libero toda energía que no me pertenece, atraigo la luz y la buena suerte.” Puedes guardar las perlas como talismán de protección en un pequeño saco de tela que lleves contigo o dejer cerca de tu cama.