Annabelle, la muñeca de trapo endemoniada

En 1970, Donna, una estudiante de enfermería, recibió como obsequio de su madre una muñeca de trapo. La llevó al apartamento que compart...
  • domingo 13 de octubre de 2013 - 12:00 AM

En 1970, Donna, una estudiante de enfermería, recibió como obsequio de su madre una muñeca de trapo. La llevó al apartamento que compartía con su compañera y amiga Angie. Ahí la usó para decorar su cama.

Pronto comenzaron a suceder cosas extrañas. Cuando volvían de la escuela, las chicas encontraban a la muñeca en una posición diferente a como la habían dejado. Un día la hallaron en una silla del comedor y días después encontraron mensajes escritos en papel en los que se leía "ayúdanos" y "ayuda a Lou".

Lou era un amigo de las chicas que siempre estaba pendiente de ellas. Él, desde un principio, sintió repulsión hacia la muñeca y les decía que estaba endemoniada, pero Donna y Angie se reían de lo que decía su amigo.

Luego de los mensajes escritos y de hallar a la muñeca con las manos ensangrentadas, las jóvenes decidieron buscar una médium. Esta les comentó que, antes de que se construyeran los apartamentos, una niña llamada Annabelle, de 7 años, vivía en el área y la habían encontrado muerta. Les dijo que la pequeña había poseído a la muñeca y que solo quería sentirse amada y acompañada por ellas.

Donna y Angie se sintieron conmovidas con la historia, arroparon a la muñeca, la llamaron ‘Annabelle’ y se acostumbraron a los sucesos extraños, pero al mismo tiempo Lou comenzó a tener pesadillas en las que era asfixiado por la muñeca.

En una de esas ocasiones fue todo muy real. El joven acudió con sus amigas y les dijo que tenían que deshacerse de la muñeca porque había algo muy malo en ella. En otra ocasión, Lou estaba con las chicas cuando se comenzaron a escuchar ruidos en la recámara de Donna, parecía como si alguien estuviera destruyendo el lugar. Lou esperó que el ruido se cesara y abrió la habitación.

Ahí, en una esquina, estaba Annabelle sentada en el piso. El joven caminó hacia la muñeca y al estar de frente sintió que alguien detrás de él intentaba hacerle daño. Al voltear, su cuerpo fue golpeado y arañado, en su pecho aparecieron siete profundos arañazos.

Las chicas se asustaron y buscaron ayuda en la Iglesia católica y llamaron a Ed y Lorraine Warren, quienes de inmediato fueron a investigar el caso.

Con ayuda de un sacerdote exorcizaron el lugar y Lorraine les explicó a las chicas que el espíritu era en realidad un alma demoniaca que estaba manipulando a la muñeca y que su única intención era poseer el cuerpo de Donna.

Los Warren se llevaron a la muñeca y Ed, previniendo cualquier accidente, decidió irse por un camino de baja velocidad. Durante el trayecto el auto se les apagaba y fallaron la dirección y los frenos. Ed se detuvo, bajó de su auto, abrió la puerta de atrás donde iba Annabelle y la roció con agua bendita. Finalmente llegaron ilesos a su hogar.

En su casa, la muñeca comenzó a levitar un par de veces. Luego de dos semanas de paz, Annabelle comenzó a moverse de lugar y a aparecer en diferentes rincones de la casa.

Los Warren llamaron a un sacerdote para que la exorcizara, pero el padre fue, la vio y les dijo que era una simple muñeca de trapo que no podía hacerle daño a nadie. Al regresar a su residencia, al auto del padre le fallaron los frenos y quedó inservible, afortunadamente él se salvó de morir.

Luego del accidente, los Warren encerraron a la muñeca en una vitrina de madera con cristal y de ahí ya no se volvió a salir, pero algunos han visto que mueve la cabeza. Actualmente, Annabelle sigue siendo exhibida en el Museo del Ocultismo, ubicado en Connecticut, pero a los visitantes se les pide no tocarla.