Violencia le arrebató al soporte del hogar

DIFICULTAD

‘Mi papá está en el cielo'. Es lo que repite el hijo de dos años de Yesenia y Joshua Canto, asesinado de dos tiros el 10 de noviembre de 2014 mientras frustraba un robo en el distrito de San Miguelito.

Pasó un año y tres meses desde que Joshua murió como un mártir, al intentar ayudar a un amigo que era atacado por cuatro delincuentes en Villa Guadalupe. Pero según Yesenia, esto no quita lo difícil que ha sido para ella y su hijo salir adelante.

Cambios drásticos

Luego de dar sepultura a su esposo hubo muchos cambios. La casa que sería construida por Joshua nunca pudo ser terminada, pues no había dinero para eso.

El material que compró con tanto amor su marido tuvo que venderlo para obtener dinero para abastecerse de alimentos.

Yesenia, que era ama de casa, salió a buscar trabajo para ganarse el pan, pero tuvo que dejar dos empleos porque de la nada sus pies se hinchaban y no le permitían caminar.

Los exámenes médicos que le practicaron solo sirvieron para quitarle el dinero que se ganaba, pues no detallaron lo que tenía.

¿Y la justicia?

La inseguridad del sector de Villa Guadalupe obligó a Yesenia a mudarse cerca de su mamá en Cerro Batea, donde vive alquilada.

Ella cuenta que pareciera haberse hecho justicia porque uno de los implicados está preso, pero por un caso que no fue el crimen de Joshua.

Hoy Yesenia pide a las autoridades sociales algún tipo de ayuda para sus hijos o una oportunidad de trabajo ante la salud variante que tiene.

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CANTIDAD

4   Personas estaban involucradas en la muerte de Joshua

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DATO

1  año y tres meses han pasado desde la tragedia