- sábado 31 de mayo de 2025 - 1:00 AM
La madrugada de este viernes la provincia de Colón amaneció de luto con la triste noticia de la muerte de Arlene María Ortega.
Esta joven, que había estado internada desde hace 20 días en el hospital, no logró superar las graves heridas que sufrió en una balacera ocurrida el 10 de mayo de 2025 en una cancha deportiva del corregimiento de Puerto Pilón.
El día del suceso, Arlene estaba disfrutando de una liga deportiva y en cuestión de segundos todo se volvió pesadilla. Unos pistoleros irrumpieron en la cancha y sin mediar palabras, comenzaron a disparar a quemarropa. Arlene fue alcanzada por los proyectiles. El bullicio de risas y aplausos se convirtió en gritos de pánico.
Desde ese momento, la vida de Arlene cambió drásticamente. Fue llevada de emergencia al hospital, donde sus familiares se aferraron a la esperanza de que saldría adelante.
Día tras día, se mantuvieron a su lado, esperando escuchar alguna buena noticia, pero la lucha de Arlene contra las heridas fue en vano. Su familia, con el corazón desgarrado, vio cómo la esperanza se desvanecía ante sus ojos.
La noticia de su fallecimiento se esparció rápidamente, llevando una ola de tristeza a la comunidad.
Muchos recordarán a Arlene no solo por su infortunio, sino por la vida que llevaba, llena de sueños y aspiraciones que ahora quedan truncados.
Una internauta escribió en instagram que su madre estuvo hospitalizada y estuvo en la misma habitación de Arlene.
“Ella siempre fue amable aún cuando luchaba por su vida”, comentó.
“Amiga de mi vida, te amo y te amaré siempre”, posteó otro.
Otra amiga de Arlene escribió: “Descansa en paz, Arlene, se que en tu subconsciente luchabas por tu vida pensando en tus hijos”.
La pregunta que resuena en el aire es: ¿hasta cuándo seguirá la violencia arrasando con vidas inocentes en Colón?
El dolor de su partida se siente profundo, y los seres queridos de Arlene se enfrentan a la dura realidad de tener que despedir a una joven que solo buscaba disfrutar de un rato de diversión y encontró la muerte.
La violencia dejó huérfano a unos niños que ahora crecerán sin el amor de su madre.
En medio de esta tragedia, la comunidad se une en un clamor: ¡La violencia en Colón debe parar!
.Arlene es una víctima más de un sistema que parece no encontrar una solución a la creciente ola de criminalidad que azota a la costa atlántica.
Las iglesias en la provincia de Colón decidieron unirse y orar para que cese la violencia y la matanza en la costa caribeña.
La madrugada de este viernes la provincia de Colón amaneció de luto con la triste noticia de la muerte de Arlene María Ortega.
Esta joven, que había estado internada desde hace 20 días en el hospital, no logró superar las graves heridas que sufrió en una balacera ocurrida el 10 de mayo de 2025 en una cancha deportiva del corregimiento de Puerto Pilón.
El hecho
El día del suceso, Arlene estaba disfrutando de una liga deportiva y en cuestión de segundos todo se volvió pesadilla. Unos pistoleros irrumpieron en la cancha y sin mediar palabras, comenzaron a disparar a quemarropa. Arlene fue alcanzada por los proyectiles. El bullicio de risas y aplausos se convirtió en gritos de pánico.
Desde ese momento, la vida de Arlene cambió drásticamente. Fue llevada de emergencia al hospital, donde sus familiares se aferraron a la esperanza de que saldría adelante.
Día tras día, se mantuvieron a su lado, esperando escuchar alguna buena noticia, pero la lucha de Arlene contra las heridas fue en vano. Su familia, con el corazón desgarrado, vio cómo la esperanza se desvanecía ante sus ojos.
La noticia de su fallecimiento se esparció rápidamente, llevando una ola de tristeza a la comunidad.
Muchos recordarán a Arlene no solo por su infortunio, sino por la vida que llevaba, llena de sueños y aspiraciones que ahora quedan truncados.
Una internauta escribió en instagram que su madre estuvo hospitalizada en la misma habitación de Arlene.
“Ella siempre fue amable aún cuando luchaba por su vida”, comentó.
“Amiga de mi vida, te amo y te amaré siempre”, posteó otro.
Otra amiga de Arlene escribió: “Descansa en paz, Arlene, se que en tu subconsciente luchabas por tu vida pensando en tus hijos”.
La pregunta que resuena en el aire es: ¿hasta cuándo seguirá la violencia arrasando con vidas inocentes en Colón?
El dolor de su partida se siente profundo, y los seres queridos de Arlene se enfrentan a la dura realidad de tener que despedir a una joven que solo buscaba disfrutar de un rato de diversión y encontró la muerte.
La violencia dejó huérfano a unos niños que ahora crecerán sin el amor de su madre.
En medio de esta tragedia, la comunidad se une en un clamor: ¡La violencia en Colón debe parar!
.Arlene es una víctima más de un sistema que parece no encontrar una solución a la creciente ola de criminalidad que azota a la costa atlántica.
Las iglesias en la provincia de Colón decidieron unirse y orar para que cese la violencia y la matanza en la costa caribeña.