Sentenciado en una fiesta
- jueves 04 de octubre de 2012 - 12:00 AM
A Carlos Marshall se le nota la tristeza en el rostro. Desde que asesinaron a balazos a su hijo, Arthur Augustus Marshall Brown, de 18 años, la tarde del lunes, no ha logrado conciliar el sueño. El hombre trata de buscar respuesta a la muerte del menor de sus tres hijos, pero no la encuentra.
Con las manos apoyadas en la verja de su casa, donde ocurrió el crimen, Carlos, sin camisa, con una toalla amarilla colgada en el hombro derecho, cuenta que su hijo era un chico tranquilo, callado y muy trabajador.
‘Mi hijo no era pandillero, no estaba metido en ningún problema. Su muerte fue injusta’, dice.
Carlos contó a El Siglo que Arthur, a quien apodaban ‘Makelele’, como el futbolista francés del Real Madrid, tuvo una riña con un sujeto apodado ‘Jonathan’ en una fiesta en la que participó el pasado sábado. La parranda se celebró a unas tres casas de la de Carlos. Allí, el individuo, tras discutir con Arthur, sacó un arma de fuego e intentó dispararle al joven, pero el revólver se le encasquilló.
La tarde del lunes cuando Arthur regresaba a su casa tras jugar un partido de fútbol en una cancha cercana al área donde residía, en calle sexta, Punta del Este, en el corregimiento de Tocumen, dos individuos lo esperaron dentro de un auto Sentra blanco, estacionado en una esquina de la calle.
Cuando Arthur estaba llegando al portón de su casa, uno de los sujetos se bajó del carro, se acercó a su víctima y le disparó varias veces. Ocho balazos alcanzaron el cuerpo de Arthur.
Los familiares acusan a ‘Jonathan’ por el homicidio.
En el tiroteo, la sobrina de Arthur, de dos años, que se encontraba en la puerta del inmueble, resultó baleada en la cabeza, al igual que la madre de la víctima que en ese momento salió a ver qué había ocurrido. Arthur falleció en el Hospital Regional Docente 24 de Diciembre, mientras que su madre, Analida Damaris Brown Gibbs de Marshall, de 47 años, se encuentra recuperándose en la Caja de Seguro Social, donde fue internada con un balazo en el pecho.
La pequeña Janelis Brown Marshall, nieta de Analida, se encuentran delicada en el Hospital del Niño.
‘A mi hijo le gustaba el fútbol, soñaba con ser piloto de aviación’, comentó Carlos con tristeza.
Arthur, quien se graduó en el colegio El Buen Pastor, tenía planeado tomar un curso de piloto en el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH), pero la muerte acabó en segundos con su sueño.
El chico, que no tenía un trabajo fijo, se ganaba la vida vendiendo CD en la entrada de un supermercado ubicado en el distrito de San Miguelito, donde era muy apreciado por sus amigos.
‘Yo lo que pido a las autoridades es que capturen al asesino y que pague por lo que le hizo a mi hijo’, dijo con resignación Carlos.