Joven con desorden mental habría matado al hermano
Moradores contaron que los hermanos vivían entre los gritos y el odio
- sábado 19 de agosto de 2017 - 12:00 AM
LAMENTABLE
La historia de Caín y Abel se repitió en estos tiempos y fue descubierta la noche del jueves en el sector de La Cabima, corregimiento de Alcalde Díaz.
Un días después de la tragedia, este medio acudió a la casa #58 de Praderas de San Lorenzo #1, donde se dio el hecho, el cual era la morada de los hermanos Cisneros .
Al llegar, la casa estaba vacía, pero esto no impidió que sus vecinos aportaran antecedentes, que conocían de la familia desde que se mudaron a la barriada.
Crecieron entre discordia
Según moradores, que pidieron reservas de sus nombres, los padres del difunto Isaac Samuel Cisneros, de 18 años, y su hermano agresor de 17, fueron unos de los primeros residentes que llegaron al lugar.
La pareja concibió sus dos niños, durante los dos primeros años en la casa. A pesar de las bendiciones, la felicidad no fue completa, y dos años después, la pareja tomó caminos distintos.
Al padre no lo volvieron a ver, mientras que la madre se llevó a sus hijos a donde unos familiares.
Vecinos agregaron que la madre de los jóvenes alquiló la casa y era vista cuando acudía a cobrar el dinero del arrendamiento.
Los años pasaron y ambos jóvenes crecieron. Sus antiguos vecinos pudieron confirmarlo hace un año atrás, cuando retornaron a la casa que dejaron desde niños.
Entre las versiones que escucharon sobre su retorno, estaba que los jóvenes no estaban bien en Torrijos Carter, sector donde vivían.
La causa era muy parecida a la de sus padres, los problemas fuertes y constantes entre ellos.
Remedio fue peor
Vecinos cuentan que al ver tanto descontrol entre sus hijos, la madre los trajo nuevamente con ella a la casa, donde cada mañana y tarde para irse a trabajar.
‘Ellos quedaban solos todo el día, nadie los vigilaba y el menor tenía problemas de salud mental', dijeron los vecinos.
Agregaron que los últimos días los gritos y peleas entre estos jóvenes, se hicieron frecuentes.
Los resultados del último pleito los descubrió su propia madre, cuando llegaba del trabajo a la casa. Se conoció que el agresor se entregó voluntariamente a las autoridades.
