Infanzón: 37 balazos no arrancaron su vida porque Dios tenía un propósito

La congregación le dio el adiós definitivo entre la conmoción y el evangelio
  • lunes 14 de octubre de 2024 - 11:00 PM

La vida de José María Infanzón Castro, conocido en otra época como Media luna, es un ejemplo de victoria; al menos esa es la convicción de quienes lo despidieron este lunes en su última morada.

El sepelio de Infanzón se inició a las 11:00 de la mañana en el templo evangélico Tierra Prometida, con la presencia de familiares, correligionarios y compañeros de trabajo.

Cornelio Alfonso García conoció a Infanzón en el Tabernáculo de la Fe y, lo recuerda como un hombre convertido, comprometido hombre de Dios, consagrado a él.

"Sabemos que él tuvo un pasado pero ese pasado quedó atrás, hoy en día era un hombre que predicaba el Evangelio”, rememoró.

Yo no conocí su pasado porque él decía que para qué hablar del pasado si de lo que tenemos que hablar es del presente, pero era un predicador muy atento a las cosas del Señor, una persona muy sencilla y humilde, así lo define Gladys Gallego, otra devota y compañera del otrora Media luna.

José Burgos se bautizó el mismo día que lo hizo José María, en las aguas de una piscina en Tataré, en Pacora.

”Soy hermano en Cristo de José María Infanzón, nos conocimos con la dicha del Señor el día que nos fuimos a bautizar en las aguas de un área de Tataré, por el pastor Manuel A. Ruiz, el sábado 3 de julio de 2021”, recuerda Burgos.

Concuerda en que él era un evangelista ya forjado y, en menos de seis meses había viajado a Colombia, Uruguay, Argentina y tenía viajes en camino, hace poco estuvo en Antón llevando la Palabra del Señor buscando almas para Cristo, destacó el amigo.

El pasado domingo José María se estaba alistando para ir a la iglesia donde se realizaría el culto de la Santa Cena, pero un presunto y fulminante infarto al corazón frenó para siempre esa posibilidad.

Al momento de su deceso José María trabajaba como almacenista en la empresa Arquitectura Tecnología y Consultoría [Artecos S.A.], una empresa dedicada al diseño y construcción; allí era el encargado de un proyecto en Santa Marta, San Miguelito.

El gerente general de Artecos S.A, arquitecto Erick Zapata, admitió que “Infanzón era quien custodiaba y verificaba todos los materiales que llegaban al sitio, también llevaba las planillas de las personas que trabajaban , hacía el control de inventario, de una manera correcta y honrada, esa era la mejor versión de José María”, insistió.

Años sin control

Nació en Cabo Verde, Curundú. Tras una travesura escolar fue expulsado de la escuela y discriminado para ingresar a otro centro de estudios. A los 10 años se fue de su casa y, durante un año vivió en la calle.

En la década de 1990 era el temido Media luna. Fue el mayor asaltante de bancos y comercios, secuestrador y traficante del país; uno de los más buscados por la policía y nunca dudó en enfrentarse de tú a tú con los elementos policiales.

Media luna se fugó de cinco prisiones distintas. El periodista Jairo Cornejo habló con él en 2021 y, confesó que su vida delictiva se inició a los 10 años, y a los 16 las Fuerzas de Defensa dieron la orden de matarlo. Al cumplir 51 años dejó las armas y la marihuana para empuñar la Biblia, este año iba a cumplir su aniversario 55.

Nos quedamos con estos cuatro años de José María Infanzón, del hombre abnegado, del hombre arrepentido, el de corazón contrito, el que dijo que el Señor es el único que sana y liberta”,
Burgos
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