Iban a desbaratarse, pero un niño tomó

VIOLENCIA

Un nuevo acto de violencia se suscitó la noche del lunes en el distrito de San Miguelito. Fue en Torrijos Carter, donde volvieron a sonar las balas y un niño de 11 años quedaría atrapado.

Según moradores testigos de lo sucedido, el hecho fue a las 9:00 de la noche, en la peligrosa esquina de Curunducito.

Los autores de este hecho fueron pandilleros locales, quienes alcanzaron a ver a sus adversarios y de la nada les abrieron fuego.

Ante esta acción sus enemigos no se quedaron de brazos cruzados y respondieron con más disparos.

Hay que resaltar que según los vecinos, los sujetos duraron más cinco minutos disparándose con armas de grueso calibre y ni siquiera la presencia de niños les importó.

Lo rozó una bala

En medio de tanta irresponsabilidad compartida, un menor fue apenas tocado con una bala. Fue en el momento que intentaba esconderse, que el proyectil alcanzó a rozarlo en la frente.

De esa forma culminó el enfrentamiento y los gatilleros de ambos bandos se dieron a la fuga.

El infante quedó consciente, pero ensangretado en el suelo, de donde fue levantado por sus familiares. Rápidamente lo subieron a un vehículo y lo llevaron al hospital San Miguel Arcángel.

Al cierre de esta nota se conoció que el niño se mantenía siendo evaluado, pero que estaba fuera de peligro.

Persecución y relación

Fuentes policiales manifestaron que luego de este hecho, se le dio persecusión a los posibles responsables, quienes huyeron a bordo de un sedán.

Los tipos tomaron con dirección al Valle de Urracá, entre sus estrechas calles. La acción culminó a la altura del sector de El Chaparro, donde los pistoleros abandonaron el auto y escaparon.

Aunque no se logró dar con la captura de estos sujetos, se ubicaron dos armas dentro del carro, una 9 mm y otra de guerra.

Autoridades policiales no descartan que el caso guarde relación con la muerte del joven Ernesto Silva, de 18 años, asesinado la madrugada del sábado, cuando salía de un bar en Torrijos Carter .