Ted Bundy: el monstruo que asesinó a 36 mujeres en siete Estados

El FBI le comprobó los asesinatos pero se cree que mató a más mujeres antes
  • domingo 12 de mayo de 2024 - 12:00 AM

Ted Bundy fue uno de los asesinos fugitivos más buscados por la violación y muerte de 36 mujeres en los años 70 en los Estados Unidos.

Ted Bundy, nació en Burlington, en el estado de Vermont, Estados Unidos, el 24 de noviembre de 1946 y su trayectoria criminal le ha situado en la historia de los asesinos en serie más conocidos, hasta se puso nombre a la silla eléctrica donde fue ejecutado.

A Bundy se le atribuyen 36 crímenes de mujeres jóvenes, aunque solo llegó a declararse culpable de 30, según comentó un profesor de criminología, Alberto Albacete, jefe de la policía local del condado de Valdemoro y autor de la serie de artículos “Mala Mente”.

Bundy fue criado por sus abuelos, luego que su madre se quedó embarazada a muy temprana edad, y durante mucho tiempo le hicieron creer que era su hermana.

Fue un buen estudiante y llegó a estudiar Psicología y Derecho, además, previo a sus crímenes se comportó como un ciudadano modelo.

Albacete recuerda cómo Bundy colaboraba con Servicios Sociales de su ciudad, e incluso, le llegaron a dar un premio por salvar a un niño que se estaba ahogando. Fue esa imagen impoluta de cara a la sociedad, la que hizo que nadie pudiera sospechar que era violador y asesino en serie, afirma el experto policía y catedrático.

Sin embargo, poco a poco todo se fue torciendo, primero, primero con pequeños hurtos hasta que a los 27 años empezó su trayectoria criminal.

Perfil

El perfil de las víctimas, según se analizó después, era de mujeres delgadas, altas, morenas, de cabello liso y negro y muy jóvenes, entre 18 y 25 años, todas ellas estudiantes..

Bundy, aprovechando su atractiva apariencia física se acercaba a ellas, “de forma galante”, y así entablaba el primer contacto. En alguna ocasión, asegura Albacete, llegó a ponerse el brazo en cabestrillo y solicitar la ayuda de alguna joven para que le ayudará a cargar unos libros a su carro. En ningún caso, eran acercamientos inocentes , porque después esas jóvenes inocentes acababan violadas y muertas de forma muy agresiva.

El primer caso que se le atribuye fue el de una joven de 18 años, a la que golpeó en la cabeza y violó de forma muy brutal, “bastante obscena y muy agresiva; y, aunque la víctima no murió, sí quedó con daños cerebrales por los golpes que Bundy le propinó.

Bundy aparentaba ser un chico normal con una vida normal. Pero en realidad a los 27 años cometió su primera violación e intento de asesinato. La víctima fue Joni Lenz, de 18 años, la violó hasta dejarla en estado vegetativo.

Pero aquella atrocidad solo fue el inicio de una terrorífica carrera de secuestros y asesinatos de la que fueron víctimas Brenda, Lynda, Susan, Roberta, Donna, Julie, Denisse, Melanie, Sherliey y hasta 36 mujeres.

Algunos cadáveres aparecieron enterrados en las Montañas Taylor, pero la policía continuaba sin encontrar al asesino de todas aquellas chicas. Sin embargo, la suerte de Ted Bundy cambio el 8 de noviembre de 1974 cuando una de sus víctimas consiguió escapar y describir a su agresor.

Tanto el modus operandi como el retrato robot se publicaron en los mejores medios de comunicación, era cuestión de tiempo pillarlo. Y así fue... El 16 de agosto de 1975, una patrulla de agentes detenía el Volkswagen escarabajo de color crema que conducía, en el maletero tenía las herramientas del horror: una palanca de metal, esposas, cinta y otros objetos que terminaron inculpándolo en la muerte de dos mujeres y el intento de secuestro de otras dos.

A sus 29 años Bundy era condenado a pasar 15 en prisión, pero aquella historia daría un giro sorprendente. En enero de 1976 consiguió huir de la cárcel, entrar a una fraternidad universitaria, matar a dos jóvenes y dejar malheridas a otras dos.

Un año más tarde fue detenido cuando un agente reconoció la matrícula de su vehículo. Esta vez el asesino en serie no escaparía de su destino: en 1979 el Tribunal de Miami lo condenaba a morir en la silla eléctrica.

Ted Bundy, autor confeso de la muerte de 36 mujeres entre 1974 y 1978 fue condenado a morir en la silla eléctrica, una ejecución que se llevó a cabo el 24 de enero de 1989 en la prisión estatal de Florida, cuando el asesino tenía 42 años. A las afueras de la cárcel, cientos de personas se reunieron para celebrar su muerte. Al día siguiente del ajusticiamiento de Ted Bundy, un periódico tituló: “Murió el animal”.

Kimberly una niña de solo 12 años fue la última víctima conocida de Bundy.

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