Estranguló a su novia embarazada y la enterró a orillas de un río
- domingo 27 de octubre de 2024 - 1:00 AM
El asesinato de Kelimar Karina Morán, de 21 años, es considerado como uno de los crímenes más atroces ocurrido en el año 2016.
La chica, que tenía en ese momento tres meses de embarazo, fue asesinada por su novio Ariel Martínez, de 20 años y enterrada en cerca de un río.
Los medios de esa época narraron que Ariel, el 8 de diciembre del mencionado año, invitó a su novia al río y ella, luego de pedir permiso a los familiares que se encontraban en su casa en Penonomé, salió con su novio.
El asesino aprovechó esa salida para acabar con la vida de su enamorada, la asfixió con sus propias manos y un cartucho del supermercado donde trabajaba cuando se encontraban en el río.
Las investigaciones determinaron que la pareja había discutido días antes porque el chico, que trabajaba en un supermercado en Calidonia, era muy celoso al extremo y además estaba ‘cabreado’ por que ella se había embarazado de él.
Tras matar a Kelimar, el asesino chateó en el celular de su novia haciéndose pasar por ella.
“Mamá, todo está bien, no iré a casa por unos días. Quería decirte que peleé con Ariel y me voy a ir muy lejos porque me siento triste’, eran algunos de los mensajes enviados vía WhatsApp a la madre de Kelimar por parte del chico, quien, además, no contestaba las llamadas que ingresaban al móvil.
Los investigadores dijeron que ese pudo ser el móvil del crimen y que Ariel, para que no hubiese evidencias, procedió a enterrarla. Todo esto sucedió a orillas del río Chorrera, de Nanzal Abajo, en Penonomé, Coclé.
El muchacho residía en San Miguelito, Panamá, pero tenía familiares en Penonomé.
Luego del homicidio Ariel tomó el celular y empezó a crear la mentira de que su novia seguía viva. Pero no pudo seguir manteniendo la falsa identidad, porque el 14 de diciembre el cuerpo sin vida de la joven fue hallado semienterrado a orillas del río.
De inmediato, la fiscalía inició la investigación, pero él seguía mandando mensajes por chat, pues las autoridades desconocían que la joven hallada muerta era Kelimar.
En otros de los mensajes enviado el 19 de diciembre, Ariel escribió a la madre de Kelimar : “Estoy triste porque perdí a mi bebé y me voy a morir y no volveré más a casa”.
La señora, al ver que las conversaciones vía WhatApps eran extrañas y que su hija no le contestaba el teléfono, se acercó a las autoridades.
Tras eso, la fiscalía trabajó arduamente, apoyada por la cooperación de la madre.
Días después, mediante captación de datos, se ubicó el teléfono de Kelimar.
El 23 de diciembre, a las 4:15 de la tarde el asesino fue atrapado por la Policía Nacional cuando se mantenía en la residencia de sus padres ubicada en el distrito de San Miguelito. Durante el allanamiento se le decomiso el teléfono celular de Kelimar.
Posteriormente, fue llevado a audiencia y quedó detenido. Actualmente paga condena por el crimen atroz de una chica que se había enamorado de un asesino, que finalmente acabó con su vida y de la criatura que tenía en su vientre.