Encontró foto de su esposo con otra y mató de rabia a sus hijos

Este infanticidio es considerado uno de los más brutales ocurridos en Alemania
  • domingo 22 de diciembre de 2024 - 12:00 AM

La ciudad alemana de Wuppertal fue testigo d​​​​​​​e unos los crímenes más atroces ocurridos en ese país europeo en los últimos años, cuando una madre acabó con la vida de cinco de sus seis hijos.

Fue el 3 de noviembre del año 2020, cuando se encontraron los cadáveres de tres niñas y dos niños envueltos en toallas y cubiertos por las mantas en sus respectivas camas.

El detonante de este múltiple infanticidio, al parecer, fue una fotografía que halló Christiane K., de 28 años, de su marido en compañía de otra mujer y que mostraba un supuesta infidelidad. Eso la llenó de ira y la llevó a tomar esta fatal decisión.

En ese momento le escribió un mensaje por chat a su pareja, informándole que no volvería a ver a sus hijos. Él nunca se imaginó lo que estaba planeando su esposa y era acabar con la vida de cada uno de ellos.

Como una tragedia familiar, así lo calificó el presidente del tribunal, el juez Jochen Kötter, después que la Fiscalía, en sus alegatos revelara cómo de manera fría la madre acabó con la vida de aquellos niños que ella debía proteger.

Drogó primero a los pequeños con medicamentos para después ahogarlos o estrangularlos uno tras otro en la bañera de su propio hogar.

La asesina intentó librarse de la justicia al declarar que un desconocido había entrado en su hogar, la había atado y amordazado tras obligarla a escribir varios mensajes en un chat y después había asesinado a los cinco niños.

Pero el tribunal determinó que Melina, de un año, Leonie de dos, Sophie de tres, Timo de seis y Luca de ocho años murieron a manos de su propia madre, desestimando la petición de su abogado, Thomas Seifert, quien había solicitado la puesta en libertad de Christiane K. ante la presunta falta de pruebas incriminatorias y las dudas sobre su posible autoría.

Pero, al parecer, el trabajo no estaba completo, faltaba acabar con la vida de su hijo mayor, quien se encontraba en el colegio, para así, completar su venganza contra la supuesta infidelidad de su marido.

Christiane K., pasó a buscar a casa de su abuela a su hijo de 11 años y al llegar a la estación de ferrocarril de Düsseldorf, y con él agarrado de la mano trató de lanzarse a un tren, fallando en su objetivo, ya que ambos sobrevivieron al intento, el pequeño salió sin lesiones.

La sentencia

La audiencia de Wuppertal estableció la grave culpabilidad de la procesada, lo que excluye prácticamente su posible puesta en libertad tras cumplir 15 años de condena y abre la puerta a su permanencia de por vida en prisión.

Los jueces señalaron que la acusada decidió acabar con la vida de sus hijos por una mezcla de decepción, ira y “desesperación por el hecho de que había reventado el concepto de vida de una familia numerosa que vivía en una placentera isla”.

La acusada no fue capaz de aceptar que su marido, que se había separado se ella, tuviese una nueva compañera sentimental, lo que supuso para ella una “enorme humillación y ofensa”, señaló el tribunal durante la lectura de la sentencia, en la que los jueces destacaron que la mujer quiso posiblemente “castigar a su marido” con el asesinato de los pequeños.​

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