‘Devuélvanme a mi hija’, implora madre de Dayra

La chica de 23 años fue privada de su libertad en su casa en Arraiján
  • sábado 22 de febrero de 2025 - 12:00 AM

L a noche de este miércoles, el silencio del sector de Vista Alegre, en Arraiján, fue desgarrado por un acto de violencia que ha dejado a una familia sumida en la angustia y la desesperación.

Dayra Matilde Caicedo, una joven universitaria, de 23 años, fue privada de su libertad por cuatro sujetos armados en un aterrador episodio que se desarrolló justo frente a su hogar.

El violento suceso ocurrió cuando Dayra regresaba a su residencia, ajena a la pesadilla que se avecinaba, cuando cuatro sujetos armados y decididos la interceptaron mientras se disponía a salir de su automóvil. Sin tiempo para reaccionar, la obligaron a subir a otro vehículo y se dieron a la fuga, dejando tras de sí un rastro de miedo y confusión.

Los gritos y ruidos alertaron a los vecinos y a los familiares de la joven.

Su padre, al escuchar el alboroto, salió rápidamente a ver qué sucedía, solo para encontrarse con la aterradora amenaza de un pistolero que lo obligó a retroceder. No pudo hacer nada por defender a su hija.

La violencia de la escena quedó grabada en su memoria, un recuerdo que lo perseguirá mientras su hija sigue desaparecida.

Los minutos se convirtieron en horas de angustia. La familia, desesperada, trató de recopilar información y buscar ayuda. Fue entonces cuando se dio a conocer que el vehículo utilizado por los captores había sido abandonado en la autopista Arraiján – La Chorrera, un pequeño indicio de que la búsqueda de Dayra podía tomar un giro favorable, pero al momento del cierre de esta nota, sigue desaparecida.

Dayra Miranda, madre de la joven, apareció ante las cámaras de una televisora local; su rostro reflejaba la angustia y el desasosiego que invadían su corazón.

“Pónganse la mano en su corazón y devuélvanme a mi hija”, clamó, con la voz entrecortada, ante las cámaras.

“Mi hija es una chica sana, estudiosa, una niña de casa. No tengo idea de por qué le harían esto”, expresó angustiada.

La desesperada madre solicitó la colaboración de todos los panameños, esperando que alguien pudiera proporcionar información que conduzca a la recuperación de su hija.

“Por favor, si alguien sabe algo, que se ponga la mano en el corazón y nos ayude”, imploró, buscando apoyo en una comunidad que a menudo se siente impotente ante la violencia.

En el momento de su secuestro, Dayra vestía un pantalón negro y una camisa blanca con verde.

Mientras la policía continúa la búsqueda y las investigaciones avanzan, la comunidad se mantiene alerta con la esperanza de que Dayra regrese a su hogar sana y salva.

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