Se comió a su compañero de celda con cebolla y arroz
- domingo 10 de octubre de 2021 - 12:00 AM
Lo que hizo Nicolás Cocaign el 2 de enero de 2007 en una celda de la prisión de Rouen donde estaba recluido por un caso de violación, demuestra hasta qué punto un ser humano es capaz de llegar, sobre todo, cuando está enfermo y desquiciado.
Historias macabra te cuenta hoy la vida criminal de Cocaign, quien tras matar a su compañero de celda, le abrió el pecho, le extrajo partes de sus pulmones y se lo comió.
Su vida
Nicolás Cocaign nació en 1971 en Francia y a los dos días de haber nacido fue abandonado por su madre en una guardería ubicada al norte de Francia. Posteriormente, fue adoptado por una pareja que trabajaba en una oficina postal.
Cuando a los seis años se enteró que había sido abandonado por su madre, quedó en shock , lo que le causó un profundo resentimiento al punto que en una ocasión le confesó a un psicólogo que lo estaba tratando que si un día encontraba a su madre viva, terminaría matándola o si la hallaba muerta, iría a escupir su tumba en vez de llevarle flores .
Ese descubrimiento lo llevó a escapar varias veces de la casa de sus padres adoptivos hasta que cayó en el mundo de la delincuencia y el alcoholismo.
Comenzó a robar carteras a la gente y hasta confesó que había sido violado a los 13 años cuando asistió a un campamento.
Se cuenta en su biografía que empezó a frecuentar a varias prostitutas y tuvo una hija con una de ellas.
En esa época comenzó a tatuarse el cuerpo. En la parte derecha del rostro se plasmó dos orejas y lágrimas de sangre falsas.
También terminó asaltando a sus padres de crianza y bancos de la ciudad. Fue detenido y estuvo preso por tres años en el centro de detención de Val- de- Reuil.
Posteriormente quedó libre, pero una vez más fue detenido entre el 25 y 26 de marzo de 2006 por intentar violar a una mujer a quien amenazó apuntándola con una pistola taser.
Fue enviado a la prisión de Rouen, donde cometería el atroz crimen y practicaría el canibalismo que estremecería a la sociedad francesa.
Crimen y canibalismo
El 2 de enero de 2007, Cocaign se hallaba en su celda con otros dos reclusos, uno de ellos identificado como Thierry Baudry. Este, al parecer, había utilizado el retrete y al terminar de hacer sus necesidades fisiológicas no se lavó las manos y causó que se atascara el servicio.
Eso enfureció a Cocaign, quien le llamó la atención, pero Baudry no le hizo caso y lo miró con desprecio y hasta se echó a reír.
Ante ese comportamiento Cocaign se enfureció y se originó una fuerte discusión. En medio de la pelea, Cocaign golpeó a Baudry, lo asfixió y lo apuñaló varias veces.
Cuando vio a su oponente tendido en el suelo le abrió el pecho con las tijeras que cargaba, extrajo con sus manos un pedazo de pulmón y se lo comió.
Más tarde cortó otros trozos más y los cocinó. «Me dio un ataque de rabia, algo compulsivo. Baudry me miró con odio. Había vuelto a atascar el retrete, como en otras ocasiones. No pude soportarlo. Tuve una pulsión sexual violenta. Fui a buscarlo a su literal. Tenía en mi mano unas tijeras. Me lancé sobre él, lo desnudé, y le di una docena de golpes, en el pecho, el cuello, en la espalda. Como no estaba claro si había muerto, busqué un saco de basura y lo asfixié», le confesaría más tarde a la Policía.
Luego añadiría: «La idea me vino a la hora de la cena. Cogí una cuchilla de afeitar y le abrí el pecho. Metí la mano, creyendo que estaba tocando el corazón. Pero, según me dijeron más tarde, lo que cogí fue un trozo de los pulmones. Lo hice por curiosidad. Quería saber qué gusto tenía la carne humana. La preparé con un poco de cebolla y arroz. y me lo comí. Tenía buen gusto. La carne humana es suave, como la carne de ciervo. Hice lo que me gustaba...»
No sentía culpa
Cuando fue examinado por los psicólogos, estos manifestaron que se trataba de un caso patológico excepcional y que Cocaign no manifestaba el más mínimo sentimiento de culpa y extrañeza.
El tercer detenido que estaba en la celda donde ocurrió el brutal crimen y que lo vio todo, se suicidó meses más tarde.
Durante el juicio, el médico que examinó el cadáver de Baudry, dijo que al realizar la autopsia de Baudry, encontró sangre en su pulmón derecho, lo que significa que aún estaba vivo cuando el órgano le fue cortado.