Por ‘chivo', la mafia mandó a ejecutar a Roque Pérez Carrera

La vinculación del abogado Roque Pérez Carrera con los círculos mercantiles a nivel internacional lo llevaron a hacer contacto tanto con agencias de varios gobiernos y ‘mercaderes' rusos, colombianos y españoles.

Para la población hispanohablante es común escuchar el término ‘chivo', pero en cada país tiene una connotación y significado un poco distinto, aunque sabemos que se refiere al animal silvestre o doméstico y comestible.

Sin embargo, chivo en Cuba tiene el significado equivalente al anfibio conocido como ‘sapo'. Ese fue el término usado por un fallecido agente de la inteligencia cubana en Panamá, para referirse a las razones que ocasionaron la ejecución del abogado Pérez Carrera.

Espionaje

Un prominente abogado, quien prefirió la reserva de su identidad, refirió a El Siglo que, además de su actividad económica rutinaria, Roque brindaba información confidencial a una agencia del gobierno de los Estados Unidos, cuyos datos eran de índole sensitiva en casos de narcotráfico y otros delitos.

Un exmilitar de las desaparecidas Fuerzas de Defensa, subrayó el hecho de que aquí en Panamá había agencias de inteligencia de varios países, entre ellos Israel, Estados Unidos, Cuba y Rusia.

Un restaurante en la vía Argentina, llamado Rincón Habanero, ‘donde todo lo que ahí pasaba quedaba grabado clandestinamente en audio y video, era un sitio de reunión y paso de información clasificada de infiltrados'.

‘Los comentarios que surgieron en el Rincón Habanero fue que, a Pérez Carrera, los rusos lo mandaron a matar porque delató a la mafia rusa y colombiana", según ese exmilitar.

Tres teorías manejaron los organismos de investigación criminal en Panamá: la primera de ellas fue una presunta deuda a un grupo de comerciantes rusos que produjo la pérdida de varios millones de dólares en efectivo.

La segunda teoría del crimen, se sostiene sobre la base de que Roque brindó información sensitiva a una agencia del gobierno de los Estados Unidos, que daba detalles sobre un cargamento de estupefacientes y que, a la postre, fue incautado en una operación sorpresa por autoridades internacionales.

Minutos antes de ser acribillado por un sicario colombiano en el restaurante Boulevard Balboa, Pérez Carrera recibió una llamada en su celular, aquí la Policía Técnica Judicial (PTJ), planteó una tercera teoría del asesinato del jurista.

De acuerdo con el detective Simón Vásquez, (nombre ficticio), uno de los investigadores del homicidio del abogado, la llamada recibida provino de una línea dura (teléfono fijo) del extranjero. En ella se le advertía que "debía pagar" y cerró.

El veterano investigador sostuvo que, presuntamente, la llamada fue hecha de un teléfono ubicado en una oficina comercial de uno de los socios del cubano-americano Andy Iglesias, señalado por los gobiernos de España y Estados Unidos de trasegar grandes cantidades de droga y, de igual forma, ‘lavar' enormes sumas de dinero.

Vásquez agregó que se conoció la vinculación directa del abogado fallecido con Steve Samos, acusado en Miami, Estados Unidos, de haber lavado varios millones de dólares a lo largo de la década de 1980. Samos se declaró confeso de haber lavado dinero en Estados Unidos y Panamá, en aquella época.

Ejecución

El detective reveló a El Siglo que el sicario que disparó contra Pérez Carrera fue plenamente identificado semanas después a través de la Interpol, en Colombia, sin embargo, en Panamá se reunía elementos, datos y evidencias en ese momento para dar la orden de su captura.

Poco tiempo después la policía en Colombia le perdió la pista al asesino a sueldo porque se mudó de residencia.

La noche de la ejecución el sicario colombiano, se bajó de un taxi color rojo, caminó hacia donde se encontraba Pérez, se le quedó mirando unos segundos y sin mediar palabra alguna, sacó de una bolsa plástica un arma de fuego y disparó tres veces contra el letrado. Eran las 7:40 de la noche de aquel jueves.

Los forenses encontraron en la cien derecha un orificio de bala, otro en el pómulo izquierdo y otro en la oreja izquierda.

Luego de disparar, el asesino corrió hacia una esquina del comercio y se subió al auto en mención ante la mirada del seguridad y de varios agentes del SPI.

Pérez Carrera falleció antes de llegar al Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás, a las 8:27 del día 19 de julio del año 2001.

Un crimen impune

Asesinato. Varios juristas declinaron hablar del crimen de Roque Pérez Carrera, las fuentes consultadas prefirieron no identificarse. La viuda del abogado heredó su fortuna y se mudó a un lugar desconocido hasta ahora. Un empresario ruso fue investigado por la PTJ por su presunta vinculación al homicidio del abogado, según el detective Vásquez.