No dio celular de su madre y lo asesinaron a varillazos

MALDAD

‘Javi' es el nombre abreviado de un chico de 18 años, quien el pasado 28 de diciembre se convirtió en una de las 397 víctimas de la violencia del 2016.

Aunque su muerte no fue divulgada por ningún medio de comunicación, su padre confirmó a este medio el deceso y garantizó que su hijo no era joven de buscarse problemas con nadie.

Por seguridad, el pariente pidió la reserva de su nombre para esta publicación, pero reveló que a su hijo lo mataron unos delincuentes en el corregimiento de Juan Díaz.

Asesinado por no entregar el celular de su madre

Resulta ser que la madrugada del día antes mencionado, 'Javi' caminaba solo hacia su residencia, ubicada en calle Sexta.

El joven volvía de tomarse unos tragos, pero al llegar a la intersección de El Porvenir con calle Sexta, le salieron dos malechores a su encuentro. ‘Javi' no tenía a donde ir y por eso solo pudo ver como se acercaban los delincuentes.

Al verlo indefenso, los pillos lo intimidaron para que entregara sus pertenencias; entre ellas, el celular de la madre de 'Javi', el cual había tomado prestado.

En ese preciso momento, ‘Javi' se indignó y se resistió a los ladrones, quienes tomaron acciones en su contra.

Según lo agregado por el padre, uno de los verdugos tomó un pedazo de varilla y comenzó a golpear a su hijo en diferentes partes del cuerpo.

Ante tantos golpes, 'Javi' cayó rendido al suelo y comenzó a desangrarse, para luego morir minutos después.

Los ladrones y también asesinos, tomaron el celular de su víctima y otras pertenencias que llevaba, para luego escapar del lugar.

Las fuentes policiales revelaron que se mantiene la búsqueda de estos sujetos, supuestos moradores del sector.

A pesar de los esfuerzos ya han pasado nueve días desde que acabaron con ‘Javi' y, según su padre, ya fueron identificados los asesinos, pero ni aun así son capturados.

Tenía sus metas

‘Javi' era un joven muy trabajador, con metas muy bien definidas para cumplir', comentó su padre.

Diariamente, el joven le decía que estaba muy feliz de haber cumplido 18 años, pues ahora podría trabajar para ayudar a su madre.

Entre sus más grandes deseos estaba ahorrar la mayor cantidad de dinero posible, para así construirle una casa a su mamá, en la que pudiera vivir en mejores condiciones.

Para eso consiguió trabajo de ayudante general en ventas de mercancía seca, a lo que se dedicó por unos meses.

Su padre culminó pidiendo justicia por su muerte y destacó que el sepelio se celebraría en horas de la tarde de hoy, en la iglesia San Gerardo de Mayela, en Campo Limbergh.