Caso Aderlyn: investigación no ha podido sacar la verdad
- lunes 30 de septiembre de 2024 - 1:00 AM
Aderlyn Llerena Saldaña, de 9 años, fue raptada cuando se dirigía a su escuela en Las Trancas de San Miguelito, el martes 13 de septiembre de 2022.
Una cámara de seguridad cercana al lugar del rapto grabó el momento cuando un hombre la agarró por la espalda y la introdujo a la fuerza en el interior de una maleza del camino, cerca del mediodía de aquel martes.
Llama la atención que siempre las autoridades negaron la existencia del video donde aparecía aquel sujeto que la raptó.
Samuel Leopoldo Hudson es el hombre, según la fiscalía, que raptó a la niña con los perversos fines de explotación sexual.
La audiencia intermedia celebrada el 29 de mayo de 2024, sorprendió a todos cuando los propios familiares del único imputado por el caso Aderlyn lo señalaron de ser el autor del hecho.
Entre los testimonios con que cuenta el Estado está el de la madre del acusado, Xiomara Dostin, la hermana, Mirna Hudson, Rolando Girón Aizprúa, pastor del centro penitenciario donde está internado Samuel, además de la expareja de Hudson, Yakeydi García.
Carlos González es un catedrático de Psicología y Criminología de la Universidad de Panamá. Para él, es importante tomar en cuenta la cronología en el tiempo.
En el caso de Aderlyn, un mes después de su desaparición, el presunto victimario fue aprehendido y condenado a 38 años de prisión por violación sexual contra su hijastra, manoseo a otros menores de edad, actos libidinosos y corrupción de menores de edad.
“El contexto donde ocurrió la desaparición física de A. se puede describir como un lugar inseguro, donde hay presencia de grupos delincuenciales organizados, zona peligrosa, donde viven personas de recursos económicos limitados”.
Por su parte, Julio Alonso, abogado y especialista en crimen organizado, detalló que “nosotros teníamos antes de 1989, un control férreo con las Fuerzas de Defensa con la criminalidad, banda que aparecía en casos de secuestro o rapto, inmediatamente nos activábamos por medio del Departamento Nacional de Investigaciones (DENI) y se localizaba a la persona por medio de investigaciones muy rústicas como la tortura y el interrogatorio y, así la gente confesaba, porque había cierto temor o respeto a las fuerzas policiales”.
En aquel tiempo no se contaba con la tecnología de teléfonos celulares, cámaras de video y otras herramientas que hoy existen, sin embargo, hay una mayor incidencia de casos.
En los casos de las desapariciones extrañas están los psicópatas, sociópatas y pederastas, y esta es un materia que en Panamá no se cuenta con las leyes de hacer público el listado de depredadores sexuales, recalcó.
"Tenemos otra falla garrafal en el inicio de las investigaciones: no tener equipos especializados; cuando un niño desaparece, como en el caso de Aderlyn, que contamos con evidencias o indicios tecnológicos, que esa niña fue llevada hacia un área boscosa y después de muchos meses todavía no encuentran el cuerpo, como tampoco la verdad de lo que pasó”.
En la antigua Policía Técnica Judicial (PTJ) había una unidad antisecuestro o de personas desaparecidas, donde existía un protocolo efectivo para poder dar una respuesta dentro de las primeras 24 horas de la desaparición de un menor, concluyó.
Por último, el criminólogo forense Marcos Álvarez asegura que: “es difícil determinar si una persona desaparecida sigue con vida después de tanto tiempo. Sin embargo, la investigación aún está activa, lo que implica que no se ha confirmado la muerte de la niña”.
Subrayó que, en criminología, cuando no hay pruebas físicas del fallecimiento, las hipótesis sobre su estado permanecen abiertas. No obstante, las probabilidades de supervivencia se reducen con el tiempo, especialmente en casos de secuestro.