Lo asesinaron cuando iba a visitar a su novia

El sábado 19 de octubre Adrián Ismael Madrigal Jiménez, de 19 años, salió de su residencia en la Unión Veragüense, Alcalde Díaz, para vi...
  • domingo 03 de noviembre de 2013 - 12:00 AM

El sábado 19 de octubre Adrián Ismael Madrigal Jiménez, de 19 años, salió de su residencia en la Unión Veragüense, Alcalde Díaz, para visitar a su novia. Camino a la casa de su prometida unos pistoleros lo asesinaron. El día de la tragedia el chico salió a las 12:00 mediodía, luego se dirigió a su casa. Su abuela cuenta que almorzó lo más rápido que pudo, para ir a la casa de su pareja.

Luego de terminar de comer, Adrián se vistió, para informarle nuevamente a su padre y a su abuela, como era de costumbre, donde estaría. Tranquilos, sus parientes lo dejaron ir, pero cinco minutos después, cuando estaba a mitad de camino de su destino, un disparo propinado por un sujeto —hasta ahora desconocido— lo mató.

La noticia corrió como pólvora entre los vecinos, hasta llegar a los oídos de su familia. Adrián murió instantáneamente en un sector donde vivió toda su vida y que, según residentes, es tranquilo.

Al joven trabajador no le robaron sus pertenencias. La Policía no ha detenido a ninguna personas, mientras sus familiares exigen justicia.

Adrián era un joven muy querido por los vecinos de su sector, debido a su sencillez y a su carácter tranquilo.

Era una persona trabajadora. Desde los 16 años, sus familiares se dieron cuenta de que Adrián sería un chico con espíritu luchador, ya que a esa edad empezó a trabajar.

Dos de los primeros trabajos que tuvo Adrián fue de ayudante de cocinero en un casino y colocando vallas publicitarias en las calles. Adrián trabajaba en Aluminio Panamá. Tenía dos meses de laborar de lunes a sábado, de 5:30 de la madrugada a 2:30 de la tarde.

La abuela de Adrián quien exigió justicia, relató que una de las personas más importantes en la vida de su nieto era su novia, la cual visitaba todos los días. Uno de los grandes pasatiempos de Adrián era jugar fútbol, deporte que practicaba en compañía de su padre y amigos en una cancha del Club de Leones. El joven había llegado hasta octavo grado, pero estaba matriculado en una escuela donde terminaría el bachillerato con módulos. Era el menor de dos hermanos. Su deseo era construir su casa junto a la de su padre y su abuela. Para ello había comprado los materiales hace dos semanas. También tenía ubicado el espacio donde construiría su casa.

‘A mi nieto no le robaron nada. Sus homicidas no tenían razón alguna para asesinarlo", resaltó la entristecida abuela, quien exige justicia.