‘Escribir para niños es un acto de valentía', Ela Urriola

Ganadora del Premio de Literatura Infantil Carlos Francisco Changmarin con Las cosas de este mundo
  • domingo 25 de octubre de 2020 - 12:13 AM

Cuando la escritora Ela Urriola recibió la llamada del Departamento de Letras del Ministerio de Cultura para informarle que había ganado el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil Carlos Francisco Changmarín 2020, se encontraba dictando clases de Estética a sus estudiantes de filosofía. Quedó sin palabras.

El jurado conformado por los escritores Perfirio Salazar, Eyra Harbar y Genaro Villalaz, seleccionaron el poemario ‘Las cosas de este mundo' de Ela por ser ‘un poemario que sirve de arma didáctica y de enseñanza en valores para aquellos niños y niñas en formación. Es poseedora de un hilo conductor de índole formal en todos los poemas'.

Ela Urriola es pintora, escritora y profesora. En 2014 obtuvo el Premio Nacional Ricardo Miró con su obra ‘La nieve sobre la arena'; en 2015 el Premio de cuento ‘José María Sánchez' con ‘Agujeros negros' y en el 2018 nuevamente obtuvo el Miró con la obra ‘La edad de la rosa'.

¿Cómo recibiste la noticia de que te habías ganado el Premio Changmarín?

La noticia la recibí mientras impartía la clase de Estética a mis estudiantes de filosofía. Fue un momento insólito, pues les explicaba la diferencia entre lo ridículo, lo absurdo y lo cursi como parte del problema de la sensibilidad y la expresión artística, y de pronto entra la llamada de la Mgtra. Aleida De Gracia, Jefa del Departamento de Letras del Ministerio de Cultura, y cuando me comunica que había ganado el concurso me quedé sin palabras. Fue una emoción en vivo, compartida con mis estudiantes vía Zoom; cómplices de la intensidad del momento, se enteraron antes que mis amigos y familiares. Nunca lo olvidaré. Obviamente, después de eso, fui incapaz de proseguir la clase, dado que después de una experiencia sublime como esa, conceptos como lo absurdo, lo ridículo y lo cursi quedaron completamente fuera de mi mente.

¿Qué nos puedes adelantar de tu libro ‘Las cosas de este mundo'?

'Las cosas de este mundo' es un poemario que, como lo indican las bases del concurso, está dividido en dos partes: la primera parte la constituyen poemas para niños, la segunda, poesía para jóvenes. Tiene un hilo conductor que aspira a engarzar el conocimiento con la sensibilidad, la conciencia de estar en el mundo y el comportamiento (el aspecto ético), pero también resaltando la parte lúdica y el disfrute de ser parte de él. El libro trata de esas cosas que hemos olvidado los adultos: el cuido y el amor por la naturaleza, el respeto a los seres humanos, los valores que, en lo cotidiano, vamos anulando.

¿En qué tiempo lo escribiste? ¿Es la primera vez que escribes para niños?

Ciertamente, es la primera vez que escribo para niños: este poemario surge en una época muy personal y significativa para mí. Aprendí mucho mientras se gestaba dentro. Lo escribí en tres meses.

¿Qué te atrae de la literatura infantil?

Escribir para niños es un acto de valentía, porque constituye un riesgo nada despreciable el asumir que podemos llegar a ese momento donde la magia y la creatividad fluyen con fuerza, donde, a fin de cuentas, solo hay autenticidad y certezas. De la literatura infantil me atrae la capacidad de aventurarse a llegar al cerebro y al corazón de los niños, lo que conlleva también una gran responsabilidad. Esperar que ellos preserven el mundo y lo conviertan en un lugar mejor, que sean felices, mientras crecen, que no emulen sino lo mejor de lo que hemos soñado, es también una función de la literatura infantil.

¿Qué autores que escriben para niños han sido tu paradigma para inspirarte?

Muchos autores han hecho su trabajo en mi inconsciente para que un día yo pasara de ser una lectora a una escritora de literatura infantil. Crecí con lecturas muy hermosas como ‘El tío Stiopa', de Serguei Mijalkov; Los cuentos infantiles de Karel Capek y de Marcelle Vérité; la valiosa colección de cuentos y poesías de ‘Había una vez' de Herminio Almendros y Ruth Robés; ‘El mirlo blanco' de Alfred de Musset; pero también La edad de oro de José Martí y la inagotable creatividad de nuestro Carlos Francisco Changmarín, tanto en sus cuentos como en sus ilustraciones.

Has ganado dos veces el Premio Ricardo Miró y otros premios, ¿qué representan estas distinciones para ti?

Todo reconocimiento artístico o literario es una oportunidad de hacer visible el trabajo cotidiano, de llevar el quehacer y la sensibilidad al público, al lector y al espectador. Un premio es siempre un puente que permite caminar hacia el mundo. Los premios resultan esenciales, casi vitales, especialmente en países como el nuestro, con una incipiente tradición editorial y un mercado deshumanizado, más que un mercadeo justo y ecuánime, de los frutos de escritores y artistas de todas las manifestaciones del arte.

¿Cómo ves la literatura infantil en Panamá?

La literatura infantil en nuestro país crece y sorprende como lo hacen los niños. Tenemos referentes importantes y también un público que necesita ser orientado y educado para un temprano encuentro con la palabra. Sin embargo, hay que hacer mucho más, desde la educación formal y, por supuesto desde el hogar.

¿Seguirás incursionando en este género?

Ya atravesé el espejo, como Alicia en el país de las maravillas. Confío que una vez adentro, resultará imposible olvidar la magia y la belleza de este mundo, el de las cosas importantes, como el fascinante universo de los niños.

Trayectoria

Docente. Ela es investigadora de Estética, Bioética y Derechos Humanos. Tiene un Doctorado en Filosofía Sistemática en la Karlová Unverzita, Praga. Dicta las cátedras de Estética en la Facultad de Bellas Artes y Filosofía, Ética, Bioética en la Facultad de Humanidades.

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