Las FARC, narcotráfico y violencia

Sus tentáculos penetran las fronteras de Panamá
  • sábado 18 de junio de 2022 - 12:00 AM

Culminaba el año 2007, nuestro país terminaba con un saldo positivo en materia de incautación de narcóticos. Casi 60 toneladas de drogas ilícitas fueron decomisadas. Las salas de intervenciones telefónicas, con fines judiciales trabajaban día y noche.

La mayor amenaza que tenía nuestro país, era las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), con especial referencia al Frente 57; comandado por Antonio Vidal Mora, alias ‘Silver'. Esta columna criminal, operaba en el Departamento del Chocó (área fronteriza con Panamá). Desde hace varios años, esta organización guerrillera que inicialmente se sustentó en una ideología de cambio social; había sido colocada en las listas de grupos criminales, financiados por el narcotráfico.

El financiamiento del mencionado Frente 57 de la FARC, era exclusivamente el tráfico de drogas y las incursiones al territorio panameño, que eran cada vez más constantes. Peligrosamente, en nuestro territorio, se habían encontrado uniformes (identificados con los logos ‘Mario Vélez, Compañía Ever Ortega' e incluso cartas amenazantes.

La población había estado cooperando con las FARC, que eran objeto de una fuerte persecución por las autoridades colombianas. Algunos lugareños, estaban dando logística con víveres y hospedaje. Para efecto de las autoridades de interdicción, esa cooperación era una forma de terrorismo.

Desde mediados de la década de los sesentas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (‘FARC – EP'), fue un grupo terrorista internacional dedicado al derrocamiento del Gobierno de Colombia, electo democráticamente. Desde sus inicios; participó en bombardeos, masacres, secuestros. También llegó a convertirse en el mayor proveedor de cocaína del mundo.

En octubre de 1997, la Secretaría de Estado de los Estados Unidos de América, determinó que la ‘FARC – EP', es era una organización terrorista extranjera. La Unión Europea, tomó una decisión similar.

Con el fin de proteger sus intereses financieros, la ‘FARC EP, intentó en su momento, derribar aeronaves de fumigación en Colombia y destruir infraestructura. Tomando en cuenta que los Estados Unidos de América, contribuyó de manera sustancial con los esfuerzos de fumigación, con el Plan Colombia; los líderes de la ‘FARC EP', habían ordenado secuestrar y asesinar ciudadanos norteamericanos.

La ‘FARC – EP', llegó a mantener hasta 18 mil soldados armados. Es una organización criminal altamente estructurada. Está liderada por una Secretaría, constituida por 7 lideres superiores (máximos tomadores de decisiones). Además, está dividida en 7 ‘bloques', 68 frentes numerados, 9 frentes nombrados y 4 milicias urbanas. El Frente 57 de la ‘FARC - EP', dedicado al narcotráfico y que hacía incursiones a Panamá, era un pr oblema de seguridad nacional.

En el año 2008, la costa pacífica de Darién (era una de las rutas financiadas por la FARC - EP) y los rumores incursiones y protección de los lugareños, eran cada vez más fuertes. Para el 22 de febrero de 2008, miembros del Frente 57 de las FARC – EP (que se encontraba ubicado en el departamento del Chocó Colombia, que limita con Panamá), mantuvieron un fuerte intercambio de disparos con la Policía Nacional de Panamá; ello ocurrió en los ‘morros' ubicados entre Piña y Jaqué.

Miembros del Frente 57, posteriormente identificados como: Alexis Freddy Mosquera Renteria (a) Ronald; Yarlei Bañol Ramos (a) Diana; Jorge Abel Ibarguen Palacio (a) Turbo y otros 3 miembros de la organización narco – terrorista; se encontraban en un bote y estaban presentando problemas mecánicos. Un bote de la Policía Nacional de Panamá, se acercó a la embarcación y empezó a remolcarla, puesto que afirmaron que se trataba de pescadores.

Encontrándose la Policía Nacional, en el procedimiento de remolcar el bote, uno de los seis miembros del grupo criminal, tomó un arma que sostenía un agente de la Policía Nacional. El resto de los miembros de la ‘FARC – EP', apuntaron con rifles a la policía y exigieron que soltaran las armas. Un segundo bote de la Policía Nacional, percatándose del incidente, acudió en auxilio y hubo un fuerte intercambio de disparos. Uno de los agentes fue herido.

Pocos minutos después del arresto, los aprehendidos admitieron ante las autoridades panameñas, que eran miembros del FRENTE 57 de las ‘FARC – EP'. Al registrarse el bote, se detectaron: uniformes, boinas, bandas de brazos, armas, municiones, explosivos, detonadores, machetes, equipo militar (mochilas y arneses de combate), suministros, equipo de comunicación y alimentos.

A los señores Mosquera Rentería, Bañol Ramos e Ibarguen Murillo, se le emitieron órdenes de arresto el 14 de marzo de 2008, por el Juez del Tribunal Inferior de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York y para el 2 de abril de 2008, los Estados Unidos de América, solicitó la Entrega Simple y Condicionada de los tres extranjeros; con la finalidad de ser juzgados como miembros de una organización terrorista internacional. Esta captura fue fundamental e instrumental en el proceso de desarticulación del grupo criminal. Los guerrilleros fueron enviados y juzgados en los Estados Unidos de América.

La presencia de los guerrilleros Mosquera Rentería, Bañol Ramos e Ibarguen Murillo, en territorio panameño, no era casual, en ese momento el asedio que mantenía ‘LAS FARC EP', por las autoridades colombianas era brutal y Panamá sirvió de refugio (área neutral).

Varias semanas después de la captura de los terroristas en el Darién, el comandante Raúl Reyes (a) El Canciller de la Montaña, que fue uno de los ideólogos guerrilleros más peligrosos de la historia, cae abatido por las Fuerzas Armadas de Colombia (en marzo de 2008). En ese momento el mundo, empezó a conocer su inmenso poder, los miles de correos electrónicos y documentos encontrados en su computador, demostraron las redes que manejaba desde la montaña (de Ecuador y Colombia), donde se demuestran negocios con drogas y armas. Además, el poder corruptivo de las FARC, a nivel privado y gubernamental (en lo relativo a relaciones con gobiernos amigos de este grupo delincuencial).

La firma del proceso de paz (acuerdo final, integral y definitivo) por el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos (presidente entre 2010-2018), luego de los Diálogos con la ‘FARC EP', en Oslo Noruega; ha sacado de la clandestinidad a muchos miembros de la guerrilla, que se han insertado en las actividades políticas y sociales. Con cierta frecuencia, escuchamos en los medios de comunicación información significativa de posibles ‘rebrotes' de la organización criminal. Lo cierto es que estamos a escasos días de definir sí uno de sus miembros más visibles, logrará ocupar la Presidencia de Colombia y por ende el Palacio de Nariño.

Queda mucho por hacer, para que la organización criminal más poderosa del planeta, no resurja de las cenizas y regrese a atormentar con su estela de luto y dolor, a cientos de miles de latinoamericanos, europeos y estadounidenses.

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