- domingo 18 de octubre de 2015 - 12:00 AM
Malos olores:
Residentes de Natá indican que cada vez que llueve se generan olores nauseabundos a raíz de la crecida del río Chico. Ya no aguantan esta situación. Según los afectados, el problema se debe a que vierten aguas servidas en el cauce, lo cual pone en riesgo la cuenca y la tranquilidad de los ciudadanos.
No dejan dormir:
En el sector de La Reforma, del corregimiento de El Valle de Antón, habitantes manifiestan que los fines de semana hay mucho desorden en el área con gritos y peleas, debido a la ingesta de bebidas alcohólicas. Se escuchan palabras inapropiadas en medio de la noche y riñas que asustan a los habitantes, pues muchos liban a orillas de la calle.
Maleante se pasea:
Residentes de Natá aseguran que hay un malandrín que, a pesar de haber sido encontrado hurtando dentro de la oficina de la junta comunal, anda libre. El mismo continúa haciendo fechorías en el pueblo.
Deterioro de vía:
Pobladores de La Pintada se quejan de que las calles no han podido ser rehabilitadas, pues varias fueron reventadas por el proyecto de alcantarillado que se iba realizar, pero –según indican– no se terminó y la obra quedó inconclusa desde la pasada administración. Desconocen si se retomará la reparación de las vías. Además, los transportistas no quieren llevar a los usuarios.