Infidencias y confidencias

Glosas de la realidad política de Panamá.
  • martes 02 de octubre de 2012 - 12:00 AM

Me contaron que ahora, Macho Camacho anda renegando la paternidad de los gladiadores. El muerto se lo echó a Brostella...

La otra cocoa que me contaron es que ayer vieron a varios de los gladiadores de Macho Camacho subiendo sus niveles de cafeína en el café Sepia, de vía Argentina. Otros bebían algunas frías.

Un necio me contó que con la inscripción de la Yeya Lasso, madrastra de Poncharelo, este estaba a un pie del arnulfero.

También me dijeron que en la inscripción de la Yeya Lasso en el combo de los arnulferos se le vio rodeada de varios independientes. Uno que vio la pega me comenta que eso es ganancia para sus aspiraciones en el 8-7, ya sea que los logre inscribir o no.

Como para caerse de espaldas, me dicen que los leguleyos que pidieron expulsar al padrastro perredoso de la tierra de Urracá, que le hace los mandados a los del disco rayado, son los que podrían salir de un puntapié. ¡Ay, madre!

La última que me soplaron del Búfalo Chello fue que ayer mandó a cada director de departamento que le dijera a la plebe que el que no iba a la caminata de la cinta rosada se atuviera a las consecuencias. ¡Favor con bate!

Me dijeron que Fano ‘Casa Grande’ se pelaba el pecho ayer defendiendo los chanchullos en la PANadería y al Ferrurruncho. ¡Puede pasar por taquilla!

Un sapo me afirma que en la ratificación del mandamás de la institución de las birrias en el país, a los padrastros les faltó pedir el récord en la Corregiduría de Bella Vista.

Un sapo me dijo, en broma y en serio, que a Bartuano lo pueden apodar ‘El Timbre’, porque hace meses viene sonando para todo. ¡Dejen al don!

Me contaron que los que no sueltan prenda son los concejales capitalinos, quienes mantienen en completo secreto los detalles de su viaje a España y Canadá. ¿Por qué será?

Me cuentan que Maletinazo Miller se hizo el loco con una deuda por la Altiva. Cuando el hermano del que prestó la plata, que ya falleció, fue a reclamar lo de su familia, este le dijo que ya había pagado. ¡Bárba ro!