Infidencias y confidencias del 29 de Abril del 2014

Mira tú. Me llamó un túngara para preguntarme si es verdad que las entidades entregarán sin conductores los vehículos al TE. Preguntaré.

Revulú. Me dicen que hay un cortesano del Gil Ponce que por estar muy inclinado en la disputa de dos hermanos, lo están llenando de denuncias. Se supo que esta semana le pondrán otra en la Asamblea, además de las recusaciones. ¡Ay, padre!

Repartidera. Desde la Altiva me aseguran que ayer las filas en el depósito de ‘plywood’, en la Interamericana, duraron todo el día: los candidatos de la locura retirando de todo en los últimos días de Pompeya. ¡Que viva el clientelismo!

Repartidera 2. Me cuentan que para los aspirantes del manicomio había de todo como en la canción del buhonero: bicicletas, zinc, televisores, colchones, antes parabólicas y hasta sillas de montar.

De Replay. Me contó un cidiciano arrepentido que a los colaboradores de los ‘call centers’ de la locura los obligaron a firmar un acuerdo de confidencialidad. ¿Será que los mandan al bote por infidentes?

Botellona. La cocoa que me contaron fue que la ‘ubre’ que alimenta a María Pillina es el Búfalo chorrillero. ¡A punta de contratos se redondea el salario! ¡Ataja!

Saludos. Le deseamos pronta recuperación al aspirante perredoso para alcalde del Populoso. Supimos que el corazón le falló, y que del Cajetón lo pasaron a una clínica privada, cuando se iba filtrando la noticia.

Deudor. Un sapo le manda a decir a un candidato a padrastro, ex contralor de la República, que pague los dos papagayos que adquirió de un humilde arraijaneño, y hasta la fecha naíta. ¡Toma chocolate, paga lo que debes!

Pilla’os. Me preguntan qué hacía todo el clan de Panamá Retrocede en el Mesón del Prado, comiendo en el mismo reservado que cierto ministro de Estado y un ex embajador.

De fuego. Me dicen los sapos que una de las artistas invitadas para el cierre de campaña de la locura es nada menos que Olga Tañón. ¡Eso va a ser un incendio!

Pirañas. Me cuenta el túngara del perredoso en San Miguelito, que los candidatos se están serruchando el piso, y robándose gente y recursos. En los centros de votación más lejos la cosa estará color de hormiga. ¡Juye!