- viernes 15 de abril de 2022 - 12:00 AM
Zapatos para pollera
Cuando usan sus vestimentas típicas, muchas mujeres sufren calladamente dolores y cortadas en sus pies debido a la mala calidad de los materiales y la horma incomoda con la que se confeccionan las babuchas típicas ofrecidas en el mercado. No es algo que se solucione comprando un número más grande, es algo más técnico, aunque sencillo.
Años atrás una reconocida zapatería me confeccionó varios pares de babuchas en diferentes colores de satín, quedaron perfectas con todas las especificaciones y señas que les di para que mis pies no sufrieran. Me costaron 5 veces más, pero valieron cada centavo; quedé encantada. Cuando regresé para hacer 3 pares más fue un verdadero desastre: perdí telas, tiempo y dinero, pero lo peor fue la actitud. No les importó.
La mayoría de mis amigas han padecido de vejigas, rozaduras y talones adoloridos, pues no hay ‘curita' que valga contra el material con que, tradicionalmente, se forran las babuchas. Esa tela se asemeja a una lija; no entiendo la lógica de usar semejante tela dura y rústica para forrar zapatos. He visitado artesanos en diferentes lugares y la respuesta es casi la misma: ‘esa es la horma que usamos', ‘nadie se queja', ‘esos son los materiales con los siempre trabajamos'. Siempre ofrezco pagar más, mucho más, pero no están interesados.
Hace poco fui hasta una zapatería muy muy lejos, en un sitio que es casi zona roja. El señor no se veía muy interesado, me pidió casi 10 veces más del costo normal para unas babuchas y acepté, pero como solo aceptaba hacer el trabajo con abono del 50% en efectivo y no tenía cuentas en ningún banco me fui.
La mayoría de nuestros artesanos carecen del espíritu emprendedor necesario para aceptar nuevos retos y salir de su zona de confort, peor aún, pierden clientela pues no cuentan con formas modernas de cobro.
Es triste, por eso llegan otros de afuera y nos ganan.
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