- lunes 14 de abril de 2014 - 12:00 AM
Voto subsidiado
Cualesquiera sean los resultados de las elecciones del 4 de mayo, nos traerán más interrogantes que respuestas.
El comportamiento que asumirán, en las urnas, los sectores populares y clase media nos darán lecciones a pesar de la atomización del voto, a pesar aún, del voto subsidiado.
Dado que este Gobierno, y sus integrantes, han convertido la indecencia en norma, están muy confiados de los resultados ordenados por ellos y por los ‘subsidios’ acordados. Transporte, gas, gasolina, metro, cien a los 70, beca universal, para no mencionar los subsidios a las cúpulas de la clase empresarial, los lleva a considerar que todo es ‘coser y cantar’. Se siguen tomando la leche antes de ordeñar la vaca y se miran en el espejo de su eternidad en el poder.
Sin embargo, dado que el costo y la calidad de vida de la gran mayoría de la población se deteriora cada día más, el voto subsidiado no estará jamás asegurado. Y terminará siendo, no importa dónde vaya, un voto prestado….más que subsidiado.
Ello es así porque, quiérase o no, cada vez más gente sabe de la gran cantidad de chupópteros y neotartufos, que se llenan de prebendas y privilegios: jugosos salarios, dietas y viáticos, lujosos apartamentos, autos lujosísimos, villas de playa, hatos de ganado, fincas afincadas, cuenta bancarias de diez cifras y… vaya usted a saber.
Las legiones de usuarios del metro terminarán el mismo día que deje de ser gratuito, al pasar la borrachera de la novelería. La población no dejará de desvelarse, ni de agotarse, para poder alcanzar un medio que les permita desplazarse de un punto a otro. La ludopatía y la alcoholemia que han promovido durante todos estos meses las casas encuestadoras, no nos llevarán al primer mundo.
Debemos recuperar nuestro derecho a decidir, a pesar de que el voto se ha mercantilizado, atomizado y subsidiado, para que no sea la libre expresión de la voluntad ciudadana.
* Constitucionalista y catedrático universitario