• jueves 05 de enero de 2017 - 12:00 AM

‘Vivencias que dejan huellas'

Qué lejos estaba de esta ingrata realidad, donde la corrupción galopa a la velocidad del pensamiento de quienes juran amar al país y su población

Cual tit uló uno de sus libros. Huellas que quedan en el firmamento de nuestros corazones, del horizonte de quienes aún creemos en una patria sin penurias ni hambre. A poco menos de un año de su deceso, la amiga y poetiza internacional Dioselina Ivaldy De Sedas, dejó muchos poemas que denotan el profundo sentimiento al amor a la elegancia, hacia su tierra.

El poema al cual hago referencia fue publicado el 30 de diciembre de 2013, con el advenimiento de las elecciones de 2014, por lo cual escribió: ‘Deseo para el 2014'.

Qué lejos estaba de esta ingrata realidad, donde la corrupción galopa a la velocidad del pensamiento de quienes juran amar al país y su población.

Dioselina se adelantó en el tiempo. Con su innata y permanente sonrisa cantó al tiempo, al vacio, al viento. Si hoy viviera llorarían sus tripas como lloran con hambre quienes deben dormir esperando un amanecer diferente para sus padres y que puedan traerles algo para saciar su apetito intestinal.

Su poema ‘Mi deseo para el 2014' reza así:

‘Es mi deseo ferviente

Para el año venidero

Que el nuevo presidente

Piense en Panamá primero.

Que este país se revista

En los barrios marginados

Que se note a simple vista

Otro Curundú arreglado,

Salarios que estén acorde

Con el costo de comida

Y un recorte por el borde

A la energía tan subida.

La belleza percibida

En nuestra cinta costera

También se note en avenidas

Y en todas las carreteras.

Que hayan más agricultores

Y cosechas a granel

Jóvenes emprendedores

Con patriotismo a flor de piel.

Es mi deseo ferviente

Que el dos mil catorce entrante

Traiga paz para mi gente

Y prosperidad abundante.'

Dios ampare a quienes vislumbramos los sueñ os y en añoranzas expresamos sentimientos humanos que muchas veces son música sin sonido o sentimientos sin pasiones.

Hay quienes como pirañas se alimentan no sólo del dolor ajeno, también de sus recursos y sus virtudes. Esos que a través del robo o despilfarro de los fondos públicos se hacen millonarios, mientras el pueblo muere de hambre, educación y sin salud. Dios te salve, Panamá.

Economista, educador, humanista.

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