¡Y vienen 70,000 más!

Todos los que conducimos un vehículo a motor y hasta quienes no, pero que con frecuencia se juegan la vida al cruzar una de nuestras pocas pero congestionadas avenidas y calles, somos testigos del creciente caos que se vive en la ciudad capital y en sus vías de entrada y salida, producto del incesante aumento del parque automovilístico.

La configuración geográfica de la ciudad de Panamá, propicia los tranques que ya son el pan de cada día. Algunas nuevas arterias han servido para medio paliar el problema, pero varias de ellas, por su diseño enrevesado, contraria a la intención de quienes las concibieron, en vez de resolver han agravado el pandemonio en que ha degenerado el tránsito de la capital.